Representantes de diferentes actores opinan sobre las medidas de distanciamiento que aprobó el Ejecutivo por la llegada del Covid-19.
Eficiencia
“Se debe cerrar la brecha de realizar las pruebas”, Alicia Chang, vicepresidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas
Creemos que el gobierno ha tomado varias medidas para tener un aplanamiento de semanas en las que no hubo tantos pacientes graves como ahora que se ven hospitales saturados. Lo que falló en el proceso de cuarentena fue equipar todos los hospitales para recibir a los pacientes, pero no se ha terminado el hospital del Parque de la Industria, las medidas de recuperación ha sido engorrosa, también se habló de poder llevar a pacientes a hospitales privados. Aunque la medida de aislamiento fue buena, era de aprovechar el tiempo para dotar a los médicos y los hospitales. Se ha insistido en que el número de pruebas es bajo para trazar el contacto de las personas positivas y también se tardó para dotar al sistema para contar con más pruebas y no hemos llegado al número que necesitamos para lograr la contención, por lo que tenemos que seguir empujando ya que la crisis va para largo, se debe tener disponibilidad de espacio para eficientizar los hospitales en el país, así como habilitar todos los laboratorios. También se debe capacitar al personal que atenderá en laboratorios y hospitales. Se comprende que hubo dificultad a nivel mundial para tener las pruebas y se sabe que la producción de pruebas ha aumentado. Las recomendaciones sobre medidas de distanciamiento social deben seguir igual (para la próxima semana) aunque nosotros no damos recomendaciones específicas sobre cierres totales para los fines de semana, sino que son medidas que se toman en el Gabinete de Gobierno y es ahí donde deciden si son más estrictas o se quedan igual, pues desde ahí toman la decisión de mantener cierto nivel de la actividad económica. Es necesario cerrar las brechas tanto de atención como de testeo para luego ir pensando en la reactivación sostenida más amplia.
Incapacidad
“Han hecho un buen trabajo, pero…”, Nils Leporowski, presidente del Cacif
Desde que inició la epidemia en marzo se ha ido actuando conforme a las decisiones del gobierno, que ha hecho un buen trabajo en la prevención, pero a esta altura el sector empresarial se ha visto golpeado económicamente, pues varias empresas se acogieron a la suspensión de contratos y otros han tenido problemas de liquidez, por lo que al alargar las medidas existe el riesgo del cierre de negocios. Se han acatado las órdenes presidenciales, pero preocupa el tema económico, pues hay desempleo. Los sectores ya cuentan con los protocolos de bioseguridad y se están preparando para empezar a trabajar cuando se den las condiciones para regresar. Todos sabemos que el sistema de salud es de los peores a nivel mundial, el gobierno creo que hizo lo posible, con aportes del sector privado, ya que sin eso definitivamente hubiera una crisis gubernamental. El Ministerio de Salud comenzó a ejecutar el presupuesto tarde, a pesar de que tenía los recursos asignados. Se ha visto cosas lamentables, en el Parque de la Industria, a doctores que no les ha pagado y sin equipo médico, es lamentable que no han podido ejecutar. Creo que se debe a incapacidad más que a falta de planificación, ya que estamos entrando al sexto mes y hay que observar el porcentaje de ejecución.
Planificación
“Esperábamos una planificación basada en la evidencia científica”, Zulma Calderón, defensora de Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos
Las acciones las hemos valorado desde muchas perspectivas, pero la más importante y la que resalta es la falta de planificación acorde al sistema de salud del país. Tomando en cuenta las debilidades históricas, esperábamos una planificación basada en la evidencia científica que han usado otros países, como la masificación de pruebas, atención de pacientes leves en casa, situación que no se dio sino que ingresaron a las personas en las áreas hospitalarias, las medidas de confinamiento nunca fueron estrictas ni hubo una cuarentena total que debió ser con la evidencia científica para el confinamiento, pues el encierro fue por horas y la forma en que se abordó la comunicación del riesgo que era parte de la planificación, informando los riesgos para tomar conciencia, por lo que la falta de planificación por parte de las autoridades hizo que las debilidades fueran más grandes, como se ha evidenciado que el sistema de salud está fracturado, ya que el área hospitalaria estaba dividida para pacientes de enfermedades comunes y pacientes con Covid-19, los cuales fueron incapaces de cumplir sus funciones. Hay saturación en el hospital de Villa Nueva, que sacrificó al Roosevelt y al San Juan de Dios, donde no hay insumos y hay déficit de personal en los dos servicios. La falta de planificación que debe estar sustentada en la evidencia científica nos tiene en el problema al borde del precipicio. La preparación con buenas prácticas que se han utilizado en otros países, ya que Guatemala fue uno de los países de la región donde llegó la pandemia. Es vergonzoso (Ministerio de Salud), está en un momento excepcional por la situación que se vive en el país y las partes administrativas deben dar soluciones a corto y mediano plazo, ya que se habla de recurso humano y si no hay atención directa a los pacientes se pierde la visión de dar una solución a la población que busca una respuesta. El personal de las áreas de salud también está descuidado, pues es el que realiza distintas tareas.
Desafío
“En papel existían limitaciones, en la práctica hubo ajustes en horarios”, David Casasola, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN)
Desde un inicio hubo incertidumbre de cómo manejar el virus y aunque se tenía referencias de las acciones que otros países optaron, como confinamiento absoluto y medidas de distanciamiento físico, cuando se comprendía que se fortalecería el sistema de salud, pero hubo un desfase en el tiempo por la aprobación de los programas para aliviar el impacto económico que había generado el distanciamiento, que es en un grupo de la población, que casi el 70% es de la economía informal que vive al día, pero la ayuda se prolongó y es ahí donde empiezan a perder fuerza las limitaciones que en papel existían, pero en la práctica ocurrió que se ajustaron los horarios de las actividades económicas. También la falta de coordinación entre ambas medidas hizo más difícil que se acataran las restricciones, lo cual complicó controlar el virus, pues las deportaciones y los pasos ciegos en las fronteras hicieron que no se contuviera la tasa de contagios. En cuanto al sistema de salud, se evidenció de forma acelerada las falencias que hay y con una administración a menos de tres meses de haber asumido que hubiese dado resultados diferentes. Los problemas son serios y gestionar un sistema que lleva tiempo colapsado, aunque han habido enfermedades menos contagiosas, sí han ocurrido muertes, se puso el foco en el gran problema de cobertura, medicina preventiva, pocos médicos y poca capacidad en camas por cada 100 mil habitantes. Es necesario mejorar y proteger al personal médico con insumos para atraer a más recurso humanos en los hospitales para que se den las rotaciones de trabajadores.
Preparación
“No se aprovechó el tiempo”, Karin Slowing, extitular de Segeplan
La pandemia llegó a Centroamérica en marzo, por lo que se debe distinguir que cada país va teniendo su momento de pico en distinto tiempo. La medida que tomó el gobierno fue temprana, pues fue un día después de que la OMS declarara alerta mundial. En el país vimos un momento de estrategia positiva de contención con la declaración de calamidad, como la suspensión del transporte, las clases y la movilidad interdepartamental para evitar las aglomeraciones, pero después de Semana Santa se marcó un cambio con la relajación de medidas, se redujo el toque de queda, se permitieron actividades en las plazas comerciales y las empresas como maquilas no pararon, por lo que hubo contagios comunitarios. Pero en la fase de mitigación no se aprovechó el tiempo para mejorar la red de servicios de salud para enfrentar la epidemia, ya que los meses de contención debieron usarse para capacitar al personal, hacer las licitaciones y compras de quipo de bioseguridad, preparar los hospitales, cargar y fortalecer la atención por los brotes, ya que para reactivar la economía se requiere de un servicio funcional en salud. Hubo una combinación en lo social y político, ya que el gobierno estaba asumiendo con un presupuesto al que tuvo que hacer una reprogramación; el que Finanzas se haya tomado seis semanas para asignar fondos refleja un problema estructural de la administración pública. Sin embargo, hace falta creatividad en el Ejecutivo para darles soluciones a los problemas y, aunque todos cometemos errores, se deben solucionar.