El pasado 8 de junio se celebró el Día Mundial de los Océanos, el mes pasado también se celebró el Día Mundial del Reciclaje. Estas fechas conmemorativas logran que la población mundial haga una pausa y reflexione sobre el modelo de vida que lleva y el impacto que genera en el medio ambiente.
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Incluso en época de coronavirus, los humanos cambiamos el estilo de vida; pero, esta viene acompañada de nuevas actitudes y consumos. Tal es el caso de los productos de protección personal. Ahora, hay más residuos de mascarillas, caretas, guantes, envases de desinfectantes, entre otros desechos que desafortunadamente llegan al mar.
El impacto de nuestros desechos en el mar
Los océanos son pulmones de nuestro planeta, la mayor parte del oxígeno que respiramos proviene de este ecosistema. Además, nos ayudan en la regulación de la temperatura, los vientos y movimientos de agua a nivel global.
En la actualidad, los océanos se enfrentan a amenazas sin precedentes. La contaminación por plástico en los océanos se ha multiplicado por diez en los últimos 40 años.
Sin ir tan lejos, el lago de Amatitlán es víctima de toneladas de plástico generados por los guatemaltecos.
“Estamos adormecidos por un problema de salud pública que a lo mejor tardará unos meses en resolverse. Sin embargo, el problema vendrá cuando “despertemos” a la pesadilla ambiental que nosotros mismo provocamos con los desechos que generamos y que tardaremos cientos de años en corregir”, explica Sergio Izquierdo, director de Rescue the Planet.
Opciones amigables con el planeta
En Estados Unidos, el fabricante de automóviles Ford está produciendo batas reutilizables. Estas son confeccionadas a partir de materiales de los airbags que pueden lavarse hasta 50 veces.
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Asimismo, la Universidad de Nebraska está probando si la luz ultravioleta podría descontaminar y prolongar la vida de las mascarillas quirúrgicas.
Zero Waste Europe, cree que los países no deberían tener que elegir entre la protección del medio ambiente o de la salud pública.
"En el futuro tenemos que asegurarnos de estar preparados para pandemias como esta y enfrentarnos a ellas de una manera sostenible. No tiene por qué ser una cosa a expensas de la otra”, concluye.
Según datos de la ONU, cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y cada año se consumen 500.000 millones de bolsas. Asimismo, casi ocho millones de toneladas de plásticos acaban en los océanos cada año.
Además, esta contaminación amenaza la vida marina.