¿Coincidencia desafortunada o presagio de una desgracia? México fue sacudido este martes por un fuerte sismo de magnitud 7.5, el cual, según algunos, estaría relacionado la reciente aparición de un extraño pez en las costas del país.
Todo se remonta hace casi dos semanas, al pasado 11 de junio, cuando un grupo de pescadores locales halló flotando, en las aguas de Cozumel, un raro ejemplar de pez remo, especie característica por su gran tamaño y por el movimiento ondulante de su aleta dorsal.
Los marineros navegaban en su bote cuando divisaron al animal, prácticamente inerte, y lo subieron a bordo.
El hallazgo fue compartido en las redes sociales de la escuela de surf "Macheto Snap Cozumel".
Según la publicación original, el animal medía unos seis metros de longitud.
¿Mal augurio?
El hallazgo resultó particularmente inusual considerando que este tipo de especies rara vez emerge a la superficie.
Su hábitat oscila entre los 200 y mil metros de profundidad. No son peligrosos para los humanos, ya que se alimentan de placton pequeño, crustáceos y calamares; carecen de escamas, a diferencia de muchos peces óseos, y su piel es suave.
En la cultura japonesa, a estos peces se les conoce como "Ryugu no tsukai", lo que podría traducirse como "Mensajero del Palacio del Dios del Mar" y, según la creencia popular, cuando estos emergen desde las profundidades para dirigirse a las playas, podría tratarse de un presagio de una catástrofe venidera, por lo que su inquietante aparición en las costas mexicanas, hace apenas 11 días, ha sido relacionada con el sismo de este 23 de junio.
“Según la creencia tradicional, si aparecen muchos peces remos, podría ser señal de un terremoto inminente”, explica National Geographic.
En uno de los casos más impactantes, a esta especie se le atribuyó la etiqueta de "mal augurio" luego de que meses antes del terremoto y posterior tsunami que devastaron la ciudad japonesa de Fukushima, en 2011, al menos una docena de peces remo fueran avistados en las costas del país nipón.
No obstante, especialistas señalan que cuando estos peces aparecen en la superficie se debe a que son empujados por tormentas o corrientes fuertes, o a que están heridos o a punto de morir.
De hecho, según el portal Infobae, el ejemplar hallado en Cozumel presentaba una herida, similar a un mordisco, en su parte posterior, lo que probablemente haya sido la razón por la que ascendió a aguas menos profundas.