La británica Ghislaine Maxwell, acusada por la justicia estadounidense de colaborar con el financista Jeffrey Epstein en una red de tráfico sexual de menores, fue arrestada este jueves por el FBI en el estado de New Hampshire, en Estados Unidos.
Kristen Setera, portavoz del FBI en Boston, confirmó el arresto.
Maxwell, de 58 años de edad y expareja de Epstein, estaba prófuga desde el arresto del magnate estadounidense hace casi un año.
Es acusada de dos delitos de conspiración para persuadir a menores de que viajen para cometer actos sexuales ilegales; dos delitos de conspiración y transporte de menores con la intención de que cometan actividad sexual ilegal, y dos delitos de obstrucción de la justicia, por mentir bajo juramento.
Epstein se quitó la vida en una prisión de Nueva York, donde aguardaba su juicio por tráfico de menores.
Su muerte fue considerada un suicidio, pero ha alimentado infinidad de teorías conspirativas. Algunas señalan que en realidad habría sido asesinado para impedir que revelara información comprometedora sobre sus poderosas amistades.
Amistades famosas
Maxwell asegura que no estaba al tanto de sus delitos cometidos por Epstein, y en marzo presentó una demanda contra los herederos de su exnovio, tal y como lo hicieron decenas de presuntas víctimas de la red de tráfico sexual.
Varias de las acusadoras de Epstein, no obstante, afirman que Maxwell era quien mantenía una red de jovencitas para satisfacer los placeres sexuales del financista y varias sus amistades.
Epsterin, gerente de un fondo de inversión que manejaba millones de dólares, era amigo de muchas celebridades, entre ellas el actual presidente estadounidense, Donald Trump.
Fue acusado de tráfico sexual de menores y de conspiración para cometer tráfico sexual de menores. De haber sido hallado culpable, hubiera enfrentado hasta 45 años de cárcel.
Príncipe Andrés, señalado
Fiscales estadounidenses buscan interrogar también al príncipe Andrés de Gran Bretaña, amigo de larga data de Maxwell.
Según las autoridades, fue la británica quien introdujo a Andrés y a Epsterin, y a partir de allí ambos se tornaron amigos.
La fiscalía de Nueva York acusa al príncipe de no querer cooperar con la investigación, aunque este lo niega.
*Con información de AFP