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Más de 120 muertos por deslizamiento de tierra en mina de Birmania

Tragedia en Birmania. Un deslizamiento de tierra en unas minas de jade en el norte del país, cerca de la frontera con China, provocó la muerte de mas de 120 personas, informaron autoridades.

Se trata de una de las peores catástrofes de este tipo en los últimos años.

Según informaron los bomberos birmanos, los mineros “fueron arrastrados por un torrente de barro provocado por fuertes lluvias“, y hasta ahora el balance total es de 126 fallecidos.

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Los servicios de rescate apuntaron, no obstante, que las operaciones de socorro continúan.

El accidente ocurrió en un valle situado en el cantón de Hpakant, el cual quedó completamente sumergido bajo el lodo.

De acuerdo con la policía local, las víctimas trabajaban en las minas, y en el pasado ya se había hecho una advertencia exhortando a no dirigirse al lugar a raíz de las fuertes lluvias. “Podríamos haber tenido cientos de muertos” sin esta advertencia, agregaron las autoridades.

Miles de millones de dólares

Docenas de mineros mueren anualmente en Birmania mientras trabajan en la lucrativa, pero pobremente regulada, industria del jade, que utiliza trabajadores migrantes (mal pagados) para extraer esta piedra semipreciosa muy demandada en China.

Según la ONG Global Witness, el negocio es de varias decenas de miles de millones de dólares y muchos de los trabajadores ni siquiera están declarados.

Hann Hindstrom, miembro de Global Witness, dijo que la catástrofe del jueves era “evitable“, y señaló que pone en evidencia la “necesidad urgente” de reglamentar esta industria.

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Las minas de jade a cielo abierto de Hpakant han transformado a esa región de difícil acceso en un terreno que parece un paisaje lunar.

Mortíferos deslizamientos de tierra son comunes en la zona.

En 2015, más de 100 personas murieron en deslizamientos de tierras.

En 2019, un alud de barro costó la vida a 50 personas.

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Las víctimas son a menudo miembros de comunidades étnicas desfavorecidas que trabajan de manera casi clandestina en minas abandonadas.

Los abundantes recursos naturales del norte de Birmania, entre ellos el jade, el oro y el ámbar, ayudan a financiar a las dos partes de una guerra civil que dura desde hace varias décadas entre insurgentes de la etnia kachin y los militares birmanos.

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*Con información de AFP

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