Horas después de anunciar que dio positivo por coronavirus (COVID-19), el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, publicó un video en sus redes sociales en el que se le puede ver sonriendo y sin utilizar la mascarilla.
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En la grabación, de poco menos de un minuto, Bolsonaro aparece sosteniendo una pastilla de hidroxicloroquina, fármaco del cual es defensor pese a que no se ha comprobado su efectividad para combatir el COVID-19.
“Me estoy sintiendo muy bien“, dice Bolsonaro en el video, agregando que confía en el tratamiento con hidroxicloroquina.
– Eu tomei a Hidroxicloroquina e estou me sentindo muito bem.- Uma boa tarde a todos.
Gepostet von Jair Messias Bolsonaro am Dienstag, 7. Juli 2020
El mandatario, muy criticado por su gestión de la pandemia, reconoce además que tuvo fiebre, aunque asegura que se siente “mucho mejor que el sábado“, día en el que supuestamente comenzó a presentar síntomas.
“El domingo no me sentía muy bien. El lunes, empeoró cuando comencé a sentirme cansado y algo de dolor muscular. También tuve fiebre de 38 grados centígrados. Dados esos síntomas, el médico presidencial dijo que había sospechas de COVID-19“, dijo el martes.
Desafiante
Pese a la realidad de la pandemia en Brasil, el país más golpeado por el COVID-19 en toda América Latina con más de un millón 600 mil casos y más de 45 mil muertos, Bolsonaro se mantiene desafiante ante la enfermedad.
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El mandatario ultraderechista, de 65 años de edad, ha minimizado la enfermedad desde el inicio de la emergencia y ha aparecido en varios eventos públicos sin usar mascarilla.
Además, ha criticado las medidas de aislamiento social implementadas en varios estados debido a su impacto económico.
“La vida continúa. (…) Brasil precisa volver a trabajar, caso contrario la economía puede ser colocada en una situación compleja“, instó, reiterando que los “efectos colaterales” del combate al virus no pueden ser “peores” que la propia enfermedad.
En los últimos días, incluso vetó varios artículos de la ley sobre el uso de mascarillas en lugares públicos.
En marzo, Bolsonaro aseguró el virus no lo afectaría gravemente debido a su “pasado de atleta“, y llegó a calificar la enfermedad de “gripecita“.