Dos estudios publicados a finales de julio sugieren que los pacientes recuperados del nuevo coronavirus (Covid-19), incluso aquellos que no sufrieron complicaciones, desarrollarían algún tipo de daño cardíaco que podría derivar incluso en un ataque al corazón.
Uno de las investigaciones, publicada en la revista médica JAMA Network, advierte que cerca del 80 % de los pacientes analizados han tenido algún tipo de problema cardíaco.
El estudio se basa en el análisis de las imágenes tomadas por resonancia magnética a 100 sujetos recuperados de Covid-19. De estos, 78 mostraron cambios estructurales en el corazón; 76 tenían indicios de biomarcador (se suelen encontrar tras un ataque cardíaco) y 60 revelaron indicaciones inflamatorias.
Los sujetos analizados, relativamente jóvenes y sanos, enfermaron durante la primavera boreal.
Todos los participantes se consideraron elegibles después de un mínimo de dos semanas desde el diagnóstico original si tuvieron resolución de síntomas respiratorios y resultados negativos en una prueba de hisopo al final del período de aislamiento.
Replicación del virus en el corazón
Otra investigación, publicada también en JAMA Network, analizó las autopsias de 39 personas que murieron de Covid-19 con una media de 85 años, de los cuales 24 mostraban altos niveles de replicación del virus en el corazón.
Ambos estudios sugieren que el SARS-CoV-2 reduciría la capacidad de bombeo del corazón de los pacientes, provocando fallos cardíacos.
“Los resultados de nuestro estudio proporcionan información importante sobre la prevalencia de afectación cardiovascular en la etapa inicial de convalecencia”, advierten los investigadores.
“Nuestros hallazgos demuestran que los participantes con una escasez relativa de afecciones cardiovasculares preexistentes y con una recuperación mayoritariamente en el hogar tenían un compromiso inflamatorio cardíaco frecuente, que fue similar al subgrupo hospitalizado con respecto a la gravedad y el alcance”, añaden.
De momento, la pandemia de coronavirus ha dejado más de 736 mil muertos y más de 20 millones de infectados en todo el mundo, según un balance de la AFP basado en fuentes oficiales.