Un asteroide bautizado como 2018VP1, descubierto por el Observatorio Palomar, en California, en 2018, tendría una probabilidad relativamente alta de entrar en la atmósfera y estrellarse contra la Tierra este mismo año, según cálculos de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Según una lista elaborada por la ESA, el 2018VP1 es el segundo asteroide con más posibilidades de impactar contra nuestro planeta en los próximos 100 años. De acuerdo al Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, la roca tiene una probabilidad de 0.4 por ciento (1 entre 240) de impactar en la Tierra el próximo 2 de noviembre.
Sin embargo, los expertos aseguran que, debido a su tamaño, de apenas 2.4 metros de diámetro, no representa un gran riesgo.
Su efecto al colisionar con el planeta variaría dependiendo de factores como su composición, ya que estos cuerpos sufren diferentes cambios físicos cuando entran en la atmósfera a más de 11 kilómetros por segundo. Pero aunque eso ocurriera, los científicos aseguran que el 2018VP1 es tan “pequeño” que no puede causar daños graves.
De hecho, lo más probable es que termine desintegrándose al entrar en la atmósfera.
En comparación, el meteorito que sorprendió a los habitantes de la ciudad de Chelyabinsk, en Siberia, en 2013, rompiendo ventanas y dejando más de mil heridos, tenía un diámetro estimado de 15 metros y una masa de miles de toneladas.
Asteroide pasa sin ser detectado
El pasado 16 de agosto, el asteroide 2020 QG, de entre 3 y 6 metros de diámetro, sorprendió a la comunidad científica luego de que pasara cerca de la Tierra sin haber sido detectado.
El objeto fue advertido por el Observatorio Palomar, en San Diego, Estados Unidos hasta seis horas después de haberse acercado al planeta.
Según Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, el asteroide pasó a la distancia más corta jamás registrada sin impactar.