Este jueves, 3 de septiembre, la iglesia católica contará nuevamente con la figura de su máximo jerarca cuando tome posesión monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, quien fue nombrado por el papa Francisco el mes pasado.
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De Villa y Vásquez será el sucesor de Oscar Julio Vian Morales quien falleció el 24 de febrero de 2018 tras una lucha contra el cáncer.
Nuevo arzobispo
La Arquidiócesis de Santiago de Guatemala tendrá un nuevo arzobispo luego de poco más de dos años y medio que el puesto quedó vacante tras el deceso de Vian Morales.
En ese tiempo, monseñor Raúl Antonio Martínez Paredes fungió como administrador apostólico de dicha arquidiócesis tras ser nombrado por Su Santidad.
Monseñor Gonzalo de Villa llega a la capital nuevamente luego de estar durante muchos años como obispo en la Diócesis de Sololá-Chimaltenango. Además, era el presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala desde el 2017.
El 3 se septiembre se celebra a San Gregorio Magno, quien fue el sexagésimo cuarto papa de la iglesia católica.
La Santa Eucaristía de toma de posesión se realizará este jueves, 3 de septiembre, a partir de las 10 de la mañana en la Catedral Metropolitana y se podrá seguir en vivo desde la transmisión especial que realizará Televisión Arquidiocesana.
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También se podrá ver a través de los siguientes medios:
- Canal de YouTube de Televisión Arquidiocesana
- Canal 62-81 de Tigo Star
- Canal 50-99 de Claro TV
Martínez se despide
Por su parte, monseñor Martínez Paredes ya se ha despedido de la grey católica por medio de un mensaje publicado en redes sociales, así como también durante la homilia de una Eucaristía de Acción de Gracias celebrada el pasado sábado, 29 de agosto.
“Quiero aprovechar a darle gracias a Dios por el tiempo estando frente de la Arquidiócesis y al papa Francisco. Me llena de alegría de llegar al fin de un trabajo”, mencionó el prelado.
Por su parte, la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala agradeció su compromiso pastoral “siempre basado en la humildad de quien reconoce que toda eficacia no proviene de la perfección humana, sino de la confianza puesta en Dios”.