El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contagiado de coronavirus (Covid-19), “evoluciona bien”, pero “aún no está fuera de peligro”, dijo este fin de semana su médico, Sean Conley, reconociendo que el mandatario ha “logrado un sustancial progreso desde el diagnóstico”.
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“Aunque aún no está fuera de peligro, el equipo sigue siendo cautelosamente optimista”, añadió Conley.
Tras informes contradictorios sobre su estado de salud, Trump publicó el sábado un video desde el hospital, en el que dijo sentirse “mucho mejor”, aunque recordó que “el verdadero test” será en los próximos días.
“Llegué aquí, no me sentía bien. Me siento mucho mejor ahora”, dijo el magnate, de 74 años, desde el hospital militar Walter Reed, en la periferia de Washington. “Estamos trabajando duro para que vuelva (…) Creo que volveré pronto y espero terminar la campaña tal como la inicié”, agregó, con semblante relajado, vistiendo una camisa con el cuello abierto y una chaqueta azul.
Trump reconoció en el video la incertidumbre sobre el curso de su enfermedad.
“Estoy empezando a sentirme bien; no lo sabré hasta los próximos días. Supongo que esa es la verdadera prueba, así que veremos qué sucede”, dijo el mandatario, quien agregó que su esposa, Melania Trump, que también contrajo el virus, tiene síntomas más leves que él.
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“Melania realmente lo está manejando muy bien. Como probablemente habrás leído, es un poco más joven que yo, solo un poquito”, bromeó Trump sobre la primera dama, quien tiene 50 años de edad.
Horas “críticas”
El informe, en gran parte optimista, de Trump se produjo después de que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, difundiera una evaluación mucho más alarmante.
“Los signos vitales del presidente durante las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas”, dijo Meadows. “Todavía no estamos en un camino claro hacia una recuperación completa”, agregó.
El funcionario reconoció que el viernes la situación fue “preocupante”. “(Trump) tenía fiebre y el oxígeno en la sangre había caído rápidamente”, dijo.
No obstante, Meadows aseguró que “nunca se consideró ni hubo riesgo de transición del poder”.
Más temprano, en un primer informe, Conley había dicho que el presidente no había tenido fiebre durante 24 horas y que la tos, la congestión nasal y la fatiga que presentaba habían mejorado.
Poco después de que Trump llegara al hospital, el viernes, Conley indicó en un memorando que el presidente estaba comenzando a recibir remdesivir y una dosis de ocho gramos de un cóctel de anticuerpos experimental.
Ni los médicos ni la Casa Blanca explicaron por qué estaba tomando medicamentos de eficacia no probada si su progreso era satisfactorio.
*Con información de AFP