La nave Soyuz MS-17, con tres astronautas a bordo, se acopló este miércoles a la Estación Espacial Internacional (EEI) en tiempo récord, tan solo tres horas después de haber despegado del cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán.
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La astronauta estadounidense, Kathleen Rubins, y los cosmonautas rusos, Serguéi Ryjikov y Serguéi Kud-Svershkov, partieron del cosmódromo a las 05:45 (hora GMT) y llegaron a la EEI, a 408 kilómetros de la Tierra, a las 08:48 (hora GMT).
“Se ha establecido un nuevo récord (…) El tiempo total entre el lanzamiento y el acople fue de 3 horas y 3 minutos”, indicó la Agencia Espacial Rusa, Roskosmos, en un comunicado.
La nave llegó a la estación cuatro minutos antes de la hora prevista.
Con este récord, se redujo a la mitad el tiempo de los vuelos tripulados hacia la EEI, que antes tardaban como mínimo seis horas.
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El viaje ha sido posible gracias a un nuevo sistema de guiado de los cohetes Soyuz, que permite aproximarse a la EEI en solo dos órbitas, contrario a las tres que hacían falta antes.
Este sistema ya fue probado en abril de 2019, con una nave Progress que realiza el abastecimiento de material para la Estación Espacial Internacional.
“Me siento muy afortunada”
Este viaje tiene un valor particular para Rubins, ya que la nave despegó el día de su cumpleaños. “No se puede escoger la fecha de lanzamiento o lo que pase en la Estación así que me siento muy afortunada”, afirmó.
La astronauta y los otros dos cosmonautas se unen así a los tres ocupantes actuales de la EEI: Chris Cassidy, de la NASA, y Anatoli Ivanishín e Ivan Vagner, de Roskosmos. Estos últimos tienen previsto regresar a la Tierra el 22 de octubre.
Previo al lanzamiento, los tres ocupantes de la Soyuz tuvieron que tomar precauciones adicionales debido a la pandemia de coronavirus (Covid-19), por lo que siguieron una estricta cuarentena y se realizaron test a menudo.
*Con información de AFP
