Ambos candidatos recorren incansablemente cada rincón del estado que Trump ganó en 2016 por apenas 44.000 votos, menos del 1% de los sufragios, y donde ahora el demócrata Biden aparece como ganador por entre cuatro y cinco puntos porcentuales, según los últimos sondeos.
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- 1. Trump y Biden intercambian ataques
El presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden se lanzaron ayer en un esfuerzo final para asegurarse hasta el último voto en los estados en disputa tras una campaña marcada por la pandemia, la crisis económica y la profunda división en Estados Unidos. Trump, que tuvo una maratónica jornada, desestimó los resultados de las encuestas desde Fayetteville, en Carolina del Norte, uno de los cinco lugares que visitó. “Veo esas encuestas falsas”, afirmó. “Vamos a ganar”, añadió el mandatario ante una multitud que gritaba: “¡Cuatro años más!”. Por su parte, Biden criticó con fuerza la gestión de la pandemia desde un mitin en otro estado clave: Ohio. “¡Tuvimos suficiente con el caos! Tuvimos suficiente con los tuits, la ira, el odio, el fracaso, la irresponsabilidad”, dijo Biden, que se comprometió a tener la pandemia de Covid-19 “bajo control” si es elegido. Además, descalificó a su rival afirmando que ve el mundo con el prisma de Park Avenue, la calle acomodada de Nueva York donde viven muchos millonarios.
- 2. Los sondeos dan la ventaja a Biden
Los sondeos dan la ventaja desde hace meses al demócrata Joe Biden de cara a las elecciones en Estados Unidos, pero el presidente republicano Donald Trump afirma que, al igual que en 2016, los comicios le permitirán demostrar que las encuestas estaban equivocadas. Según el promedio de encuestas del portal RealClearPolitics, Biden tiene la delantera con 50.7% de las preferencias con una ventaja de 6.8 puntos sobre Trump (43.9%). Esta ventaja se ha mantenido en los últimos meses y en algunos momentos ha sido de hasta casi 10 puntos. Esta diferencia representa más del doble de la que contaba la candidata demócrata Hillary Clinton en 2016 en la víspera de la votación. Entonces, los sondeos estaban más ajustados con respecto al voto popular, donde finalmente se impuso Clinton. Para llegar a la Casa Blanca, hay que ganar la mayoría de los grandes electores por estado. Esto hace que se concentre la atención en un puñado de estados que pasan de un partido a otro en cada ciclo electoral.
- 3. Sufragio de los latinos puede pesar, según expertos
Un día antes de las elecciones en Estados Unidos, el candidato demócrata a la Casa Blanca Joe Biden aventaja cómodamente al presidente Donald Trump en la intención de voto entre los hispanos, que pueden pesar en estados disputados, indicaron ayer expertos. El Fondo Educativo NALEO y la consultora Latino Decisions, que en las últimas nueve semanas investigaron las preferencias y preocupaciones del electorado hispano, señalaron un 69% de apoyo al exvicepresidente de Barack Obama frente a un 26% al actual mandatario republicano. Desde principios de septiembre, cuando comenzó la encuesta de seguimiento semanal de latinos, el apoyo a Biden a nivel nacional aumentó cuatro puntos, en tanto que el de Trump creció dos. Unos 32 millones de hispanos, primera minoría étnica de Estados Unidos, están habilitados para sufragar.
- 4. Unas elecciones marcadas por la pandemia
A finales de enero, poco después de la confirmación del primer caso oficial en Estados Unidos de lo que aún no se llamaba el Covid-19, la bolsa de Nueva York marcaba su máximo histórico y la mayor preocupación de Donald Trump era el impacto de los problemas de Boeing sobre la economía. “El sueño estadounidense ha vuelto más fuerte que nunca”, declaró el presidente en Davos, donde se jactó de una “prosperidad (…) sin precedentes”. Nueve meses después, 60 millones de estadounidenses padecieron el Covid-19, según un modelo estadístico, y más de 300 mil murieron, directa o indirectamente, por la pandemia, lo que convierte al nuevo coronavirus en la tercera causa de mortalidad en 2020.
- 5. Trump cierra campaña en el mismo lugar que en 2016
Los republicanos no suelen ganar en Míchigan, uno de los estados históricamente más fuertes del “muro” demócrata en la región de los Grandes Lagos de Estados Unidos. Pero Donald Trump ganó aquí para sorpresa de todos hace cuatro años, convirtiéndose en el primer candidato presidencial republicano victorioso desde 1988. Y aquí decidió regresar anoche para el último mitin de su campaña de reelección, que también puede ser el último de su vida política, en Grand Rapids, exactamente como en 2016. ¿Será que es supersticioso? “Parece que un poco”, dijo Melanie Thorwall, de 63 años, quien acudió por la mañana para no perderse la apoteosis de la campaña 2020.