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¿Qué podemos esperar hoy? El duelo entre Trump y Biden

¿Qué podemos esperar en las elecciones estadounidenses de este 3 de noviembre de 2020? ¿Quién tiene más probabilidades de ganar: Trump o Biden? ¿Por qué esta elección no es similar a la de 2016? Publinews examina estas preguntas.

Los ojos del mundo estarán puestos hoy en los Estados Unidos cuando se elija a su nuevo presidente.

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¿Escogerá EE. UU. otros cuatro años del republicano Donald Trump? ¿O elegirá al demócrata Joe Biden para sucederle? Todo parece posible.

¿Resultados en varios días?

Los expertos dicen que una cosa es cierta: Todo puede suceder.

“El año 2020 es un año atípico y la presidencia de Trump es igual de atípica”, dice a Publinews Internacional Elisabeth Vallet, directora del Observatorio de Geopolítica de la UQAM.

Según la investigadora y experta en el sistema político estadounidense, todos los escenarios están sobre la mesa.

Lo mismo afirma el politólogo Vincent Boucher. Él también espera una noche “llena de vueltas y revueltas”. Al igual que hace cuatro años, todo es posible.

Hay que recordar que de acuerdo con las estimaciones de 2016, Trump solo tenía un 30% de posibilidades de ganar contra Hillary Clinton, según las encuestas.

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Por último, Boucher confirma que, debido al contexto de la pandemia de Covid-19 y a la explosión del voto por correo, probablemente pasarán varios días antes de que se pueda determinar la identidad del ganador.

¿Cuáles son los estados clave?

Las elecciones de estadounidenses de 2020 se están jugando en siete estados fundamentales, según el investigador de la UQAM Julien Tourreille.

Primero, en Pensilvania, Míchigan y Wisconsin. Tres estados que Trump había derribado en 2016. A continuación están: Arizona, Georgia y Texas, tradicionalmente republicano, pero donde Biden podría ganar.
Florida también es un estado muy importante. Uno recuerda que en las elecciones de Bush/Gore en 2000 los resultados se retrasaron durante semanas después de la elección.

Una decisión de Corte Suprema dictaminó que se dejara de contar para que se determinara el ganador.

Para Vincent Boucher, Trump no puede resultar vencedor en los comicios de 2020 si no gana en Florida. Tan pronto como el estado soleado se anunciara como demócrata en la noche de las elecciones, la suerte estaría echada, según él.

¿Quién tiene más posibilidades de ganar?

De acuerdo con la investigadora Elizabeth Vallet, es Joe Biden. Al menos, “tal como están las cosas”, dice. Porque sabemos que el Colegio Electoral puede distorsionar todo. “Todo el mundo ha aprendido desde 2016”, añade.

De hecho, de los cinco expertos políticos estadounidense encuestados por Publinews, todos los que se pronunciaron le dieron la victoria a Biden.

Especialmente porque el demócrata es un candidato mucho más popular que Hillary Clinton, como explica Tourreille. Y esto es cierto tanto en el clan demócrata como en la población en general.

Según Vallet, si bien Biden no sería necesariamente un cambio importante en cuanto a la sustancia, sí lo sería en cuanto a la forma. “Y eso importa”, dice. Según las últimas encuestas, la ventaja es para Biden.

Tourreille añade que una victoria de Biden en las elecciones de EE. UU. de 2020 facilitaría la relación entre los Estados Unidos y sus aliados. “Empezaría sobre una base más sana, incluso amistosa”, explica.

En el lado ambiental, esto sería una buena noticia, ya que dicha nación podría volver a unirse al Acuerdo climático de París. Esto reduciría las tensiones.

¿Cuál es la preocupación?

En primer lugar, según Vallet, las principales preocupaciones están relacionadas con la propia legitimidad de la elección. Podrían surgir problemas si hubiera situaciones en las que las papeletas no se contaran correctamente. O si un gran número de votos fueran invalidados.

La violencia alrededor de los colegios electorales y después de las elecciones sigue siendo un riesgo. Y la interferencia extranjera también podría alimentar las divisiones, dice.
La visión de Boucher es la misma. Se podrían lamentar las intervenciones de países como Rusia, Irán o China, que no dudan en deslegitimar el proceso electoral americano.

Podrían surgir numerosas disputas sobre los votos, confirma. “En un segundo término, Trump también podría elegir dejar la OTAN o la Organización Mundial del Comercio. Las consecuencias serían extremadamente importantes para las relaciones internacionales”, añade.

¿Qué pasaría si Trump no aceptara la derrota?

No lo sabemos. Como explica Elisabeth Vallet, “es ciencia ficción constitucional”, ya que el texto no ofrece ninguna opción en este caso.

“Lo único que sabemos es que el candidato derrotado, si es el actual presidente, vuelve a ser un ciudadano particular el 20 de enero”, dice.

Más pesimista, Frédéric Castel, profesor y especialista en teorías de conspiración, cree que, cualquiera que sea el resultado de la elección, el riesgo de que surjan tensiones raciales es alto.

“Las teorías de conspiración han ganado mucho impulso en los Estados Unidos. Si Biden gana, Trump podría desafiar la elección e inflamar las mentes de algunos grupos militarizados”, dice. Por el contrario, si Trump ganara, los grupos hambrientos de justicia social también podrían reaccionar, dice.

¿Por qué 2020 no es 2016?

Obviamente, debido a la pandemia. Según Vallet, el Covid-19 está tomando parte en las elecciones. Confirma que las apuestas son más altas hoy que hace cuatro años.

“Los cimientos del orden internacional liberal basado en el derecho internacional, así como las Naciones Unidas y los mecanismos de libre comercio que se supone deben garantizar la prosperidad y la seguridad colectivas, son muy frágiles”, relata.

La otra diferencia de este año es que Trump ya no es el candidato “fuera del sistema” que era en 2016, como explica Julien Tourreille.

“Esta vez, Trump es el candidato saliente, por lo que tiene que asumir la responsabilidad de su historial presidencial. Y, en particular, su mala gestión de la pandemia”, añade.

Según algunas voces, “el alma de la democracia estadounidense” estaría incluso en juego esta noche, como concluye Boucher.

“A menos que haya un maremoto de un lado o del otro, bien podría ser que la noche de las elecciones se extienda. Los resultados finales no se conocerán hasta varios días después”. Elisabeth Vallet, directora del Observatorio Geopolítico de la UQAM

“Trump habla mucho, pero más allá de esta retórica agresiva que desacredita el ejercicio del voto estadounidense, no creo que se atreva a rebelarse contra la constitución y el poder de un resultado electoral”. Ginette Chenard, investigadora

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