El huracán Eta, convertido ya en depresión tropical, golpeó con fuerza Honduras y Nicaragua, así como el resto de Centroamérica, dejando incluso víctimas mortales y miles de damnificados por inundaciones y derrumbes.
Mientras el ciclón avanzaba por territorio hondureño, se reportaron cuatro muertos por deslaves en Guatemala, incluidos dos menores; que se suman a dos niñas fallecidas por derrumbes en Honduras y a dos mineros muertos en el Caribe Norte de Nicaragua por el impacto de Eta.
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, ordenó a las fuerzas armadas desplazar helicópteros y lanchas para desalojar a las personas de zonas aisladas, así como para habilitar vías que quedaron interrumpidas por derrumbes.
Organismos de socorro en el norte del país reportaron que muchas personas, subidas a los techos de sus casas, lanzaban llamados desesperados para ser rescatadas.
Los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón se desbordaron, inundando comunidades norteñas como La Lima, El Progreso y los alrededores de San Pedro Sula.
Equipos de emergencia tuvieron que emplear lanchas para socorrer a los afectados.
En un comunicado, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) detalló que las lluvias asociadas a Eta han dejado más de 338 mil personas afectadas, y han provocado la evacuación de más de 2 mil 700.
Comunidades devastadas en Nicaragua
Eta tocó tierra el martes en Nicaragua, como huracán categoría 4. En ese país, la Defensa Civil del Ejército informó que siete unidades militares fueron devastadas por el ciclón en el Caribe Norte, entre ellas las ubicadas en Los Cayos Miskitos.
El huracán causó también severos destrozos en las casas e infraestructura de Bilwi, cabecera del Caribe Norte nicaragüense, sobre todo en los barrios costeros y comunidades.
Comunidades como Wawa y Karata, al sur de Bilwi, donde viven 4 mil personas, quedaron devastadas, con la mayoría de las casas destruidas.
Las lluvias e inundaciones también causaron daños en Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá.
*Con información de AFP