La carrera por lograr una vacuna masiva y efectiva contra el Covid-19 avanza a pasos agigantados.
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“El desarrollo de una vacuna suele demorar años, ver resultados como estos en tan poco tiempo es sin duda algo positivo”, dijo Christian Palavecino, investigador y académico de la Universidad Central.
¿Estamos ante una “Guerra Fría” de las vacunas? Si se considera bajo una dinámica competitiva, podría decirse que sí.
“A diferencia de la Guerra Fría histórica, aquí no son armas, pero sí avances científicos importantes; se asemeja más a la carrera espacial”, apunta Palavecino.
Una de las vacunas de Estados Unidos, la del laboratorio Pfizer, junto con el alemán BioNTech, parece tener un 90% de efectividad; por otra parte, Rusia declaró un 92% por la Sputnik V.
“No es una gran diferencia. Pero sin duda tener sobre un 90% es algo muy positivo”, explica Miguel O’Ryan, investigador responsable del ensayo de la vacuna Janssen que lleva a cabo la Universidad de Chile.
Para O’Ryan, “más que apurarse por tener la vacuna, se necesita que exista seriedad en los estudios”. El académico apuntó luego a las diferencias entre la vacuna de Pfizer y la Sputnik V: “Pfizer ha probado la vacuna en más personas y además tenía casos con Covid-19 entre las muestras, a diferencia de la rusa, por lo que los números de la vacuna Sputnik podrían variar”.
“También es importante saber los efectos en 6 meses más u otros datos. Tener un 90% de efectividad es una señal de que vamos por buen camino, pero aún falta avanzar mucho en este proceso”, enfatizó el especialista.
En la misma línea, Paola Murgas, académica e investigadora del Centro de Biología Integrativa de la Universidad Mayor, dijo que “cuando lanzaron estos resultados, la comunidad científica encendió las alarmas. Es un 90% de efectividad. Pero, ¿en qué sentido?”. Murgas apunta a que no se especificó si genera una mayor cantidad de anticuerpos o una respuesta de linfocitos T. “¿Va a ser una respuesta de corto o largo plazo?”, se pregunta.
Al igual que O’Ryan, Murgas hace un llamado a solicitar más información y darle seriedad a las comunicaciones de los avances científicos de esta carrera. Según los especialistas, no hay que generar falsas expectativas.
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¿Todas las vacunas necesitan mantenerse a 80 °C bajo cero?
Una de las mayores complejidades que presenta la vacuna de Pfizer es que requiere estar a una temperatura de -80 grados Celsius (-80 °C).
“Mantener vacunas que requieren una refrigeración especial siempre ha sido un problema, sobre todo para llegar a lugares más aislados”, destacó Christian Palavecino, investigador y académico de la Ucen.
De hecho, la OMS señala que ese es uno de los desafíos en la vacuna contra el nuevo coronavirus. Apuntan a, “idealmente”, desarrollar soluciones denominadas “vacunas cálidas”, es decir que no requieran grandes estructuras para su refrigeración.
“Pero el caso de la vacuna Pfizer es extremo. Las universidades suelen tener un par de estos equipos que refrigeran a -80 °C, pero no es algo masivo”, explicó Miguel O’Ryan.
¿Todas las vacunas contra el Covid-19 requieren esa temperatura? “No, la mayoría de las vacunas se mantienen a temperaturas cercanas a los 4 grados Celsius (4 °C)”, aclaró Paola Murgas, académica e investigadora del Centro de Biología Integrativa de la Universidad Mayor.
“La vacuna de Oxford va adentro de una estructura que es como la cáscara del virus que produce el resfrío en el chimpancé. Es una estructura menos delicada y que no requiere una refrigeración tan especial como la de Pfizer”, añadió.
La especialista dice que la vacuna de Pfizer contiene nanopartículas lipídicas y que para mantenerse estable requiere estar a -80 °C.
De hecho, menciona que Pfizer ya alcanzó su límite de ventas y no se sabe si entregará más, ya que la logística y mantención es un tema a considerar.