Dos niñas de 4 y 7 años, respectivamente, murieron esta semana tras ser alcanzadas por una bala perdida mientras jugaban en la puerta de su casa, en Rio de Janeiro, Brasil, informó la policía.
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Emilly Moreira Santos y Rebecca Rodrigues Santos eran primas, y resultaron heridas en la cabeza y el abdomen por un mismo tiro de fusil durante un tiroteo, dijeron familiares a la prensa local.
La Policía Militar (PM) sostuvo en un comunicado este sábado que había un equipo patrullando la zona “cuando oyeron disparos de armas de fuego”, pero que “no hubo disparos por parte de los policías”.
El suceso, que será investigado por la Policía Civil, ocurrió en Duque de Caxias, un municipio popular en la región metropolitana de Rio.
“Los cinco policías militares que estaban en la región fueron escuchados y se les incautaron cinco fusiles y cinco pistolas para el cotejo balístico. Los agentes están en diligencias para determinar las circunstancias de los hechos”, afirmó la Policía Civil en un mensaje.
Menores, víctimas de la violencia armada
En lo que va de 2020, un total de 22 niños menores de 12 años fueron baleados en la región metropolitana de Rio de Janeiro y ocho de ellos fallecieron, según la plataforma Fogo Cruzado, que reúne datos sobre la violencia armada que afecta a la ciudad.
“Siempre que ocurren estas muertes pensamos que todo cambiará, ya que la muerte de estos niños y niñas por balas perdidas es una de las caras más abominables de la criminalidad en Rio. Pero nada cambia”, afirmó en un comunicado Antonio Carlos Costa, presidente da la oenegé Rio de Paz.
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“Las familias siguen desamparadas, la autoría de los homicidios no se elucida, los asesinos no son castigados y no ocurre ninguna transformación en la política de seguridad pública”, añadió Costa, quien considera que por tratarse de “niños pobres” existe una “indiferencia por parte de las autoridades”.
*Con información de AFP