El presidente Donald Trump tiñó de incertidumbre la entrega de ayuda económica por la pandemia acordada por el Congreso de Estados Unidos, una amenaza que deja en el desasosiego a millones de personas a días de que expiren los subsidios de los que dependen.
PUBLICIDAD
Esta semana, y luego de meses de intensas discusiones, legisladores demócratas y republicanos lograron un acuerdo para aprobar un paquete por 900 mil millones de dólares, pero el martes el mandatario amenazó con no firmarlo si la legislación no era enmendada.
El paquete contempla una ayuda directa de 600 dólares para personas en dificultades por la crisis que trajo la pandemia, pero Trump afirmó que quiere subirla a 2 mil dólares.
El mandatario republicano pidió que se le envíe un proyecto de ley enmendado “adecuado”, de lo contrario, advirtió que la aprobación del plan podría depender de “la próxima administración”, liderada por Joe Biden, que asume el próximo 20 de enero.
En especial, dijo que quiere que el Congreso se deshaga “inmediatamente de los ítemes innecesarios y del despilfarro de esta legislación”.
El anuncio de Trump fue recibido con sorpresa en Washington y entre los demócratas que negociaron el paquete presupuestario con el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.
La oposición expresó que la Casa Blanca nunca puso una cifra sobre la ayuda para las personas.
PUBLICIDAD
El proyecto forma parte de un paquete más amplio que incluye los presupuestos para el próximo año, por lo que contempla partidas para la cultura o ayuda al exterior, que el mandatario cuestionó.
“Veto de bolsillo”
La postura de Trump, que no mencionó el veto del proyecto pero podría paralizarlo, sumió en la incertidumbre el futuro del paquete, ya que los líderes republicanos no se han pronunciado sobre sus intenciones de cara a una negociación.
Dado el apoyo que recibió la legislación en el Congreso, un veto podría ser bloqueado en el Senado, pero se teme que Trump recurra a una maniobra conocida como el “veto de bolsillo”, que consiste en que el mandatario retenga una ley mientras deja correr los días reglamentarios que tiene para firmarla.
En este caso, el plazo coincide además con el fin de la legislatura del actual Congreso, el 3 de enero.
El retraso puede ser crítico para los desesperados estadounidenses en dificultades que han esperado por meses una ayuda extraordinaria, agotando todos sus ahorros mientras se aproxima el 26 de diciembre, cuando expiran los subsidios.
Ante la agudización de la crisis, muchas familias esperaban recibir el cheque extraordinario para evitar desahucios o para comer, en un momento en el que los bancos alimentarios están sobrecargados.
*Con información de AFP