La lentitud en la atención por la crisis por la pandemia del coronavirus, la emergencia por las tormentas y la división en el Ejecutivo son aspectos que sobresalen en el primer año de gobierno de Alejandro Giammattei.
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Seguridad
“Ha sido difícil cumplir la agenda del gobierno en seguridad”
Lorena Escobar, analista de Asíes
El presidente Alejandro Giammattei inició su gestión con la implementación de estados de Excepción (Prevención) como medida para atacar la criminalidad. Que en la mayoría de gobiernos han sido utilizados de manera excepcional, pero no se debe caer en uso común.
Ya que limitan los derechos humanos y pueden ser de abuso de control cívico, los cuales no se crearon para ese fin. Por lo que los resultados no se pueden observar a corto plazo y más en un año atípico por la pandemia, ya que también se establecieron toques de queda.
El efecto de los estados de Prevención se medirán en el largo plazo, pues la criminalidad baja, pero se traslada a otros municipios aledaños. Entre los desaciertos que hay en el primer año de la administración de Giammattei están los informes de los estados de Prevención al Congreso porque se observó carencia de tecnicismo y transparencia. Así como el costo que tiene el movimiento de las fuerzas policiales en los municipios.
También otro de los desaciertos fue la forma en que atendieron los disturbios en el Congreso en noviembre pasado, también por la movilización de las fuerzas de seguridad. Otro de los aspectos que afecta en seguridad es la rotación constante de ministerios; en el primer año fueron removidos dos titulares de una de las carteras más importantes de cada gobierno.
Esto provoca inestabilidad y afecta la institucionalidad porque no se pueden implementar directrices ni ejecutar los programas en seguridad ciudadana. Entre ellos la reestructuración de la Policía Nacional Civil (PNC). Es complicado determinar mayores resultados en el primer año del gobierno por ser atípico en todo sentido. Y ha sido difícil cumplir con la agenda en seguridad, porque los confinamientos empujaron a que se redujeran los índices de criminalidad y de homicidios.
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Política
“La pandemia evidenció la debilidad del sistema”
Ricardo Barreno, politólogo
Los aciertos y desaciertos involucran tanto al Ejecutivo como al Legislativo, que son ejes de relevancia y a la vista ciudadana. En el Ejecutivo antes de la pandemia se percibía una ruta estratégica para atender la desnutrición, lograr la reactivación económica y la cooperación con otros países.
Mientras que en el Legislativo la renovación de 110 diputados y de alcaldes se esperaba una agenda legislativa mayor coordinada para trabajar.
Pero los desaciertos aparecen con la llegada de la pandemia, que evidenció la debilidad del sistema. Muchos exfuncionarios por no verse involucrados en procesos penales apadrinan a diputados o funcionarios y hace que no apoyen iniciativas de ley en favor de la población, sino para protegerse ellos. Como es el atraso en la elección de magistrados a la Corte Suprema y las salas judiciales.
Asimismo, se evidenció que en ambos organismos no hay carrera profesional ni lógica para contar con equipos técnicos conocedores de la administración pública.
Ya que conforme avanzó la crisis sanitaria se evidenció la incapacidad para realizar compras, cumplir con procedimientos y falta de transparencia. Del lado del Ejecutivo se comprobó la comunicación unidireccional sin filtros de retroalimentación. Ni consensos con mecanismos democráticos, sino autoritarios, lo cual le costó la credibilidad y confianza al presidente.
Otro de los desaciertos es la oposición en la dupla del Ejecutivo, empezando con el Centro de Gobierno, que tomó la preponderancia del vicepresidente, porque más de ser el acompañante en las obras fue un ejecutor de las obras. Mientras que el vicemandatario mantuvo reuniones con los consejos de desarrollo, autoridades locales y eso evidenció la molesta en la ciudadanía y debilita la institucionalidad.
Economía
“Hubo estabilidad, pero falta información de ayuda social”
David Casasola, experto del CIEN
Entre los aciertos que se pueden mencionar está que el país mantuvo la estabilidad financiera. Debido a la decisión de la Junta Monetaria para el registro de créditos en mora y ampliar los plazos para reconocerlos. También fue coherente que no se aumentara al salario mínimo. No había condiciones en las empresas para sufragar el incremento y eso demuestra cierta comprensión de cómo funciona el mercado laboral y criterios para que no fuera contraproducente.
En cuanto a las medidas de confinamiento, fueron alineadas a las que tomaron otros países. Mientras se iba teniendo mayor información del contagio debido a un sistema de salud poco preparado, y se adoptaban medidas sanitarias para que actividades económicas siguieran operando.
Una de las características del país y no es una decisión del gobierno es la alta tasa de actividad informal. Que fue una válvula de escape, pero los riesgos de contagio eran mayores.
En el tema de la ayuda que se entregó al empleo formal, personas con electricidad y a la economía informal tardaron en llegar, por lo que su funcionamiento no se pudo normar. El balance que se hace es tener un mapeo de personas con necesidad con mayor certeza y que se designe a una institución capaz. Pues el Crédito Hipotecario Nacional (CHN) tiene baja operación y de escala, sin experiencia para esos temas.
Salud
“Desafortunadamente, la balanza se inclina negativamente para la población”
Adrián Chávez, doctor
La pandemia llegó en el contexto de que el sistema nacional de salud ha estado en continuo desgaste y se profundiza la cantidad de problemas de salud en el país.
A la vez, se tiene que sumar los daños de las tormentas. Algunos de los aciertos fueron que en la fase de preparación se logró establecer una comunicación efectiva con la Organización Panamericana de la Salud y generar un plan de respuesta, que fue bueno a nivel institucional. Aunque no se consideró el rol del ente rector de Salud que está considerado con muchos actores. También se debe resaltar que en su momento hubo un hospital como referencia, el de Villa Nueva, para la emergencia. Se desaprovechó la fase de preparación para la dotación de recursos ni equipo de protección para el personal, pues pasaron más de tres meses para hacer las compras y no se capacitó a los trabajadores.
Aunque la conducción de la pandemia se dio al más alto nivel, que es el presidente, se generó un desgaste. Además, se logró una ampliación en el presupuesto, pero la comunicación siguió siendo una piedra en el zapato por la incapacidad de las autoridades. Por lo que la llegada de los doctores Edwin Asturias y Amelia Flores oxigenó la figura presidencial y se preparó el sistema de alertas sanitarias para la reactivación económica.
Cabe aclarar que el sistema siguió funcionando de manera condicionada por falta de diagnóstico, ya que se presentaron municipios en alerta amarilla y algunos en verde. Pero porque no se realizaban pruebas de Covid-19 y se insiste en una distribución equitativa, por lo que terminó en la privatización.
Asimismo, hubo cierre de las consultas externas por la falta de control de la pandemia. Y obligó a cientos de personas a que se complicara su enfermedad o del coronavirus, ya que para acceder al ámbito privado es complicado por los gastos en los que se incurre. Hubo un aumento de muertes a nivel general, de ciudadanos y hasta de proveedores de salud. Por lo que la balanza desafortunadamente se inclinó negativamente al lado de la población y no del gobierno. Por último, hay que recordar que el pago de los médicos fue otro de los problemas que se enfrentó en el ministerio.