Reanudando una larga tradición en Estados Unidos, que se vio interrumpida durante la administración de Donald Trump, dos mascotas volvieron a alojarse en la Casa Blanca.
Se trata de Champ y Major, los dos perros del presidente Joe Biden, que se mudaron a la residencia oficial el pasado domingo, confirmaron fuentes oficiales.
En un video publicado por el portavoz Michael LaRosa, se puede ver a los dos canes recorriendo los jardines de la Casa Blanca, con el obelisco de Washington de fondo.
“Champ disfruta su nueva poltrona cerca de la estufa y Major ama correr en el jardín sur”, dijo LaRosa a través de un comunicado.
“¡Champ y Major se nos unieron en la Casa Blanca!”, celebró por su parte la primera dama, Jill Biden, por medio de un mensaje en su cuenta de Twitter.
Champ ha estado con los Biden desde 2008, y Major fue adoptado en 2018. Según el equipo de Biden, Major es además el primer perro adoptado que vivirá en la Casa Blanca.
Trump, sin mascotas
Ambos animales aparecieron en uno de los anuncios de campaña de Biden, en donde advertían a los votantes que “eligieran sabiamente a sus humanos”, destacando clips de Trump burlándose de la idea de una mascota presidencial.
Los dos perros también protagonizaron el mensaje navideño de los Biden.
Champ y Major, ambos ovejeros alemanes, siguen las huellas de Bo, el perro de agua portugués perteneciente a la familia del expresidente Barack Obama, y de Barney, el terrier escocés de la familia del exmandatario George W. Bush.
Trump, conocido por su fobia a los gérmenes, rompió con esa tradición presidencial, al igual que con muchas otras, y nunca tuvo una mascota en la Casa Blanca.
Joe y Jill Biden se convirtieron en los nuevos inquilinos de la Casa Blanca, luego de que el mandatario demócrata, de 78 años de edad, jurara el cargo el pasado miércoles 20 de enero.
Biden ha hecho de su familia un foco importante a lo largo de su carrera, y su campaña presidencial los puso completamente en el centro de atención.
*Con información de AFP