El presidente Joe Biden buscará “atacar las causas” de migración irregular a Estados Unidos con plan integral y de largo plazo, y en cooperación con México, Guatemala y demás países centroamericanos.
“Si no atacamos la pobreza, la corrupción, la inseguridad, no podremos realmente cambiar la situación para que los migrantes puedan tener una vida en sus países y un futuro para sus niños”, dijo Roberta Jacobson, asesora del mandatario para asuntos de la frontera suroccidental.
Señaló que Biden y su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador conversaron la semana pasada sobre la necesidad de promover el desarrollo de Guatemala, El Salvador y Honduras, origen de la mayoría de los cientos de miles de migrantes sin papeles que buscaron ingresar por la frontera sur de Estados Unidos en los últimos años.
Jacobson, una diplomática con vasta trayectoria en América Latina que entre 2016 y 2018 fue embajadora en México, destacó que el gobierno de Barack Obama (2009-2017), del que Biden fue vicepresidente, destinó unos 750 millones de dólares en programas de ayuda para el Triángulo del Norte centroamericano.
También dijo que el mandatario apuesta a una reforma migratoria que regularice a unos 11 millones de inmigrantes, la mayoría mexicanos y centroamericanos, esta decidido a revertir la “draconianas” políticas migratorias de su antecesor Trump.
En el marco de una batería de medidas, el presidente demócrata planea anunciar el martes próximo “el lanzamiento de un grupo de trabajo para reunificar familias y niños” migrantes, anunció su portavoz, Jen Psaki.
Asilo y migración
Sobre el programa “Quédate en México”, otra de las cuestionadas iniciativas del gobierno de Trump, Jacobson dijo que Estados Unidos quiere procesar lo antes posible los pedidos de asilo, pero no contemplará nuevos casos.
“Vamos a dedicarnos a procesar a esas personas tan rápido como sea posible, y mucho más rápido que antes, para asegurar de que todos tienen su oportunidad de procesar su petición de asilo”, añadió, considerando esto una “prioridad” para el gobierno.
El programa MPP fue anunciado por Trump en diciembre de 2018 con el objetivo de frenar a los indocumentados que llegaban en masa a la frontera sur a pedir refugio.
Desde enero de 2019, cuando se empezó a implementar, hasta diciembre de 2020, al menos 70.000 personas habían sido regresadas a México bajo los MPP, según datos de la ONG American Immigration Council.