La Fiscalía del estado de Tamaulipas confirmó este sábado que dos guatemaltecos han sido identificados entre las 19 víctimas calcinadas encontradas en esa región hace una semana.
La institución dio a conocer que cuatro de las víctimas fueron identificadas genéticamente. Dos son de nacionalidad guatemalteca y las otras dos de nacionalidad mexicana.
La fiscalía informó inicialmente que las víctimas presentaban heridas de bala y habían incidenaradas, pero no habían casquillos en el área. Por ese motivo, los investigadores estimaron que las víctimas habían sido asesinadas en otro sitio y luego trasladadas. Ahora, luego de los estudios para reconstruir los hechos, la fiscalía indicó que uno de los vehículos tipo pick up presenta 113 impactos y el otro ninguno.
Velan a migrantes
Esta sería la primera fase del proceso de identificación por la que esperan varias familias de San Marcos, quienes temen que se trate de sus parientes quienes buscaban migrar hacia los Estados Unidos. Según sus testimonios perdieron contacto con ellos cuando se encontraban en Tamaulipas y desde entonces han mantenido esa sospecha.
La mayoría del grupo de migrantes desaparecidos salió de distintas aldeas del pueblo de Comitancillo, en San Marcos. Comunidades en donde fueron velados por sus familias usando fotografías.
Rodolfo Jiménez, es padre del joven migrante Rivaldo, quien es velado en su comunidad de Tuilelén. En una entrevista a la agencia AFP, Rodolfo aseguró que coyote lo llamó y le dijo “trágicamente ya murieron sus familiares, los mataron y quemaron”.
Su hijo, explicó, pagó a un “coyote” que le pidió 100 mil quetzales, unos 12 mil 660 dólares, por el “trabajo”. El joven pidió el dinero prestado, pero solo se abonaron unos 2.500 dólares, porque el resto del dinero se iba a ir depositando conforme progresaba el viaje. Foto: AFP/Johan Ordóñez. Fue la tía de Rivaldo, quien lo esperaba en Estados Unidos, quien recibió su último mensaje.
Rodolfo dijo que su hijo estudiaba mecánica. La decisión de migrar fue para obtener dinero y construir una casa, además de ayudar a sus padres y a sus seis hermanos.
Padre vela la foto de su hijo
Desde la aldea de Nueva Esperanza, en Comitancillo, Anderson, de 16 años, también emprendió el viaje. Su padre, Marco Pablo, veló la foto de su hijo, y recordó que, pese a su corta edad, soñaba con tener una casa para cuando decidiera casarse.
“Su sueño de comprar su terreno y construir una casa no se ha cumplido, nos da tristeza y terror y hasta coraje lo que pasó”, dijo Marco. Aseguró que su hijo no tuvo ayuda de “coyotes”, y lamentó el ensañamiento con ellos, porque “los quemaron como si no fueran seres humanos”.
El alcalde comunitario de Tuilelén, Aroldo Félix, dijo que la situación económica lleva a muchos comunitarios a salir del país. “Estamos en extrema pobreza y esa es la razón por la que los muchachos emigran”, aseguró.
Con información de AFP.