Un grupo de vecinos que habitan a los costados de la línea del tren acudieron este jueves al Congreso de la República. Con pancartas en mano pidieron una respuesta ante el temor a ser desalojados.
Los vecinos hicieron una marcha para recordar a las víctimas del terremoto del 4 de febrero de 1976, transcurridos 45 años del suceso.
Algunos manifestantes denunciaron haber recibido avisos de posibles desalojos, y que además desde hace unos meses ya no hubo comunicación entre ellos y las autoridades.
Demandan mesa de diálogo
Margoth Vásquez, una de las manifestantes, dijo que temen a los desalojos y por esa razón buscan llegar a tener un diálogo con el Gobierno y saber qué procederá en caso sean desplazados.
“Nuestra petición es una mesa de diálogo. Estamos cansados de que el presidente Alejandro Giammattei esté mandando a poner rótulos donde intimida a las personas con los desalojos. No nos oponemos al desarrollo, buscamos que nos den solución a la demanda de vivienda”, afirmó Vásquez.
Vásquez teme que en caso los vecinos de la línea del tren sean retirados de sus casas, eso provoque un enfrentamiento entre los vecinos y la policía. “Pedimos respeto para las personas, que no las saquen con violencia”, esa es su impresión de un escenario futuro.
Allan Rodríguez hace ofrecimiento
El presidente del Congreso, Allan Rodríguez, salió del recinto para dar un anuncio a los manifestantes y les confirmó que en cinco días será establecida una mesa de diálogo. Los representantes que acudirán, aseguró, son de la empresa Ferrovías de Guatemala, de Fegua y del Ministerio de Comunicaciones.
La Asociación de Asentamientos de Línea Ferréa (Aconalfer) a la cual están adscritos la mayoría de los vecinos y quienes acudieron a la marcha, estima que hay unas 75 mil familias que viven a los costados de la línea, en varios puntos del país, incluyendo la ciudad capital y otro tramos de frontera a frontera, desde San Marcos hasta Chiquimula.