Guatemala llega al Día internacional de la mujer con alarmantes cifras de violencia en contra de ese género. En lo que va del año, se contabilizan 10 mil 500 casos de violencia contra las mujeres, según el Ministerio Público (MP).
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También se reporta que de cada 10 denuncias que se presentan ante la justicia, tres corresponden a asesinatos de mujeres y niñas.
Ante ese contexto, las mujeres y movimientos sociales exigen a las instituciones cumplir con los mandatos, leyes, tratados y convenios en materia de prevención, erradicación, protección y seguridad.
Violencia contra la niñez y adolescencia
Durante lo que va del año, el Modelo de Atención Integral de Niñez y Adolescencia (MAINA) había recibido 320 denuncias. El 40% correspondía a niñez maltratada, otro 40% a desaparecida y 20% de índole sexual –violaciones y agresiones-.
El MAINA es un sistema con enfoque de género y pertinencia cultural que permite la restitución de los daños causados a las niñas, niños y adolescentes víctimas de vulneración de sus derechos humanos. Su sede central se ubica en la avenida Simeón Cañas, 6a. avenida, 10-71, en la zona 2, y la departamental está en Quetzaltenango.
El modelo “es integral, pero lo ideal es que estuviera en todo el país”, según comentó Sandy Recinos, titular de la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET).
Recinos contó que el año pasado hicieron un monitoreo al MAINA y verificaron que la clínica estuviera funcionando correctamente, lugar donde se evalúan a los menores de edad víctimas de violencia sexual.
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“Nos informaron que cuando una Fiscalía, como la de Villa Nueva o Mixco, no tiene capacidad para dar respuesta al caso, lo remiten a la sede central. Creemos que ese modelo debería aplicarse en todo el país”, indicó la secretaria.
La violencia sexual implica el uso de la fuerza física, la coerción o la intimidación psicológica para hacer que una persona lleve a cabo un acto sexual u otros comportamientos sexuales indeseados.
El tema requiere de prevención, pero hay madres, padres y cuidadores que no lo consideran importante, pues creen que esto nunca les afectará, según Recinos.
La SVET tiene un documento en el que perfila a los agresores sexuales e indica que el 50% de las violaciones y agresiones en contra de menores de edad son cometidas por un pariente o familiar cercano: papá, tíos, hermanos, primos, abuelos, padrastros y novios.
En el 26% de los casos son conocidos de las víctimas: amigos, vecinos, líderes comunitarios, pastores religiosos, etc. Mientras que el restante 17% son personas totalmente extrañas, desconocidos que aprovechan la oportunidad para atacar sexualmente a las víctimas.
Lo que debería hacerse
Después del incendio en el hogar seguro el 8 de marzo de 2017, los grupos de mujeres en Guatemala se preguntaron sobre lo que debería hacerse para acompañar a las 15 sobrevivientes.
Lo primero que se acordó es exigir asistencia médica y psicológica para las sobrevivientes y sus familias para ayudar a superarles el trauma, así como para los parientes de las víctimas mortales, indicó Verónica Sajbin, una feminista maya k’iche’.
Sajbin considera que lo mismo tendría que hacerse con las niñas, adolescentes y mujeres que rompieron el silencio y denunciaron a sus agresores ante la justicia, ya que es una forma de acompañarlas y decirles: “No están solas”.
Paralelo a esto, debería trabajarse una política de protección, ya que solo en enero de este año se reportaron nueve mil 362 casos de violencia contra las mujeres y 85 muertes violentas. Además, se activaron hasta cuatro alertas Isabel-Claudina diarias; aún siguen activas 699.
La entrevistada recordó que las mujeres tienen derecho a vivir sin violencias de cualquier tipo, a ser felices y a disfrutar, también a tener acceso a la justicia y a vivir libremente.
Recuerdo
El 8 de marzo de 2017 murieron 41 niñas y adolescentes en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. En el incendio también resultaron heridas otras 15, quienes quedaron con cicatrices imborrables.
Dato
El Observatorio de Derechos Reproductivos (Osar) reportó el año pasado cuatro mil 105 embarazos en niñas de 10 a 14 años, y 86 mil 831 en adolescentes de 15 a 19 años. En total, suman 90 mil 936 embarazos.