Los restos de los migrantes guatemaltecos asesinados en Camargo, en Tamaulipas, México, regresaron este viernes a Comitancillo, San Marcos, luego de dos meses de haber iniciado su viaje hacia Estados Unidos.
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La mayoría de los migrantes, que perdieron la vida baleados y quemados dentro de una camionetilla, eran originarios de esa comunidad.
El padre de Rivaldo (17 años), uno de los jóvenes asesinados, narró en enero pasado cómo fue la última comunicación con su hijo y cómo se enteraron de que habían perdido la vida en el atroz crimen cometido en México.
El padre de Rivaldo, Rodolfo Jiménez, de 36 años, dice que una persona que se dedica al negocio de la migración ilegal lo llamó.
“Trágicamente ya murieron sus familiares, los mataron y quemaron”, le dijo.
Comitancillo espera a sus víctimas
En el estadio municipal de Santa Cruz Comitancillo, colmado de ofrendas florales, se realizarán las honras fúnebres a los jóvenes migrantes.
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Los cuerpos, que arribaron esta mañana a la Fuerza Aérea Guatemalteca, fueron trasladados hacia su pueblo natal en donde encontrarán su morada eterna.
Al arribo de los féretros, cubiertos con el azul y blanco de la bandera de Guatemala, los presentes iluminaron con sus celulares el campo del referido estadio.
Luto nacional por tragedia contra migrantes
El presidente Alejandro Giammattei participó en las honras fúnebres realizadas en la zona 13 capitalina y pidió justicia para los 16 migrantes guatemaltecos asesinados en enero en México.
“No descansaremos hasta lograr la reparación, juicio y castigo de los responsables de tan deplorable hecho”, afirmó el mandatario en un mensaje ante familiares de las víctimas, a quienes les presentó sus condolencias luego de su discurso.
“Sepan que no están solos, cuentan con nuestro apoyo y respaldo decidido y enérgico para que este hecho no quede impune y se haga justicia, llevaremos este caso hasta las últimas consecuencias”, advirtió.
El Gobierno de Guatemala decretó tres días de duelo nacional por la tragedia contra migrantes.