Escenas de dolor se vivieron en Comitancillo, San Marcos, luego de que familiares y vecinos despidieran y dieran sepultura a los cuerpos de los 16 migrantes guatemaltecos asesinados en Tamaulipas, México.
“Siempre luchaba por la familia, a mi mamá siempre la amó tanto. Yo sé que aunque el no esté aquí, pronto lo volveré a ver, no es un adiós sino un hasta pronto”, dijo con pesar Evelyn López, de 21 años. Junto a su hermano de 11 años, llegaron juntos por primera vez a Guatemala desde los Estados Unidos.
Su padre Édgar López López había vivido 22 años en territorio estadounidense, pero sin papeles para respaldar su legalidad, fue deportado recientemente.
Uno de los tres sacerdotes que ofrecieron una misa en recuerdo de las víctimas, dijo en la homilía que López “en este nuevo intento entregó la vida”.
Los familiares y amigos velaron su cuerpo en la aldea Chicajalaj, a treinta minutos de Comitancillo. De igual manera, dieron el último adiós al resto de migrantes que dejaron todo con el anhelo de llegar a los Estados Unidos. Algunos para reencontrarse con sus hijos y demás cercanos, otros para mejorar sus ingresos y apoyar a sus familias.
En busca de un mejor sustento
“Lamentablemente estamos quebrados, pero Comitancillo no se va a rendir”, dijo Eduardo Pérez, de 40 años, familiar del migrante fallecido Adán Coronado.
Las memorias pesan para esta familia que vio en el viaje de Adán la esperanza de un mejor futuro. “Cuando uno tenía una necesidad, uno acudía con él y siempre apoyaba, eso es lo que se lamenta”, lamentó su familiar.
Eduardo contó las penurias que se vive en su pueblo, dedicado a la agricultura. “Trabajo hay, pero no pagan bien”, comentó. El salario puede ser de Q35 quetzales diarios.
El caso de los migrantes refleja por una parte el fenómeno de la migración desde Centroamérica que se ha incrementado desde 2018, principalmente con caravanas desde Honduras, huyendo de la pobreza y la violencia que acechan sus regiones.
Las remesas alcanzaron un récord de 11.300 millones en 2020, pese a la pandemia, un monto similar al que Guatemala recibe por exportaciones, equivalente al 15% de su PIB.
Despiden a jugador de fútbol
El talento de Marvin Tomás llevó a que lo ficharan en una tercera división de fútbol. Su camiseta con el número 16 reposó sobre su ataúd.
Su hermana Élida recordó que Marvin “era admirador de Messi y dijo que iba a llegar a jugar como Messi, por eso se dedicaba a entrenar”.
Marvin nunca conoció a su papá, quien murió cuando él aún no había nacido. Era el único hombre entre cinco hermanas.
Giammattei pide justicia
“Sepan que no están solos, cuentan con nuestro apoyo y respaldo decidido y enérgico para que este hecho no quede impune y se haga justicia, llevaremos este caso hasta las últimas consecuencias”, se comprometió el presidente Alejandro Giammattei en un mensaje ante los familiares de los migrantes, tras la llegada de los cuerpos al país el pasado viernes.
“Quiero mandar un mensaje contundente a los traficantes de personas que fomentan la migración irregular, estamos colaborando de manera estrecha con los países de la región y las fuerzas de seguridad de Guatemala para ubicar, perseguir y desarticular” a esas mafias, advirtió.
El gobierno declaró tres días de duelo nacional. Tras la llegada de los cuerpos, más de mil personas se reunieron en el estadio de Comitancillo para una velada en homenaje a los 16 migrantes.
Una llamada cambió todo
Rodolfo Jiménez, el padre del joven migrante Rivaldo, recibió una llamada telefónica del coyote que confirmó las sospechas. “Trágicamente ya murieron sus familiares, los mataron y quemaron”, le dijo.
Los familiares de las víctimas habían perdido contacto con el grupo cuando se encontraban en tránsito en Tamaulipas, México.
Vamos “castigados y somos 15 los que estamos en esta camioneta, ya nos cansamos, tenemos dolor en los pies y la cintura”, le dijo Rivaldo, de 17 años, a su tía, en un mensaje de audio enviado el pasado 22 de enero. Fue el último contacto entre ellos.
Dos días después, las autoridades mexicanas informaron el hallazgo de 19 cuerpos carbonizados en un camino rural, en el interior de un vehículo pick up que había recibido 113 impactos de bala y fue posteriormente quemado.
De acuerdo a la fiscalía estatal, en los hechos habrían participado 12 policías de élite de Tamaulipas, quienes ya fueron detenidos, junto con ocho agentes migratorios.
Con pesar, las familias despidieron a las identificadas como:
- Elfego Roliberto Miranda Diaz
- Marvin Alberto Tomás López
- Ribaldo Danilo Jiménez Ramírez
- Edgar López y López
- Adán Coronado Marroquín
- Madelyn Estéfanie García Ramírez
- Santa Cristina García Pérez
- Osmar Nefalí Miranda Baltazar
- Iván Gudiel Pablo Tomás
- Paola Damaris Zacarías Gabriel
- Dora Amelia López Rafael
- Bramdon David García Ramírez
- Anderson Marco Antulio Pablo Mauricio
- Rubesly Elías Tomás Isidro
- Leyda Siomara Gonzáles Vásquez
- Uber Feliciano Vásquez