El gobierno del presidente Alejandro Giammattei decretó un estado de prevención en cinco departamentos ante una posible ola migratoria.
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La medida limita las reuniones y manifestaciones públicas de cualquier tipo en los departamentos de Izabal, Zacapa, Chiquimula, El Progreso y Petén.
Anteriormente, el gobierno optó bajo la medida de prevención, el uso de la fuerza y policías rompieron las concentraciones de una caravana de hondureños en enero pasado.
Por ello también se instalaron puestos de seguridad en puntos estratégicos de la carretera que conduce a la frontera con México para debilitar el paso de la caravana. Sólo los dejaron pasar a pie y si documentaban su ingreso, presentando una prueba negativa de covid-19.
México y Guatemala lanzan operativo
Los gobiernos de México y Guatemala lanzaron el pasado sábado un operativo conjunto en la frontera común con militares y policías para frenar las caravanas de migrantes que aspiran a llegar a Estados Unidos.
El viceministro del Exterior de Guatemala, Eduardo Hernández, dijo que el gobierno de Guatemala busca persuadir a los países de origen de los migrantes de que desalienten las caravanas.
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“Lo mejor para todos, incluyéndonos a nosotros mismos, por la seguridad sanitaria que tenemos que preservar, es que la caravana no se llegue a formar”, dijo.
Miles de personas, principalmente de El Salvador, Honduras y Guatemala, se han volcado nuevamente a la frontera con la esperanza de cruzar y solicitar asilo, alegando la pobreza y la violencia que sufren en sus países de origen.
Crisis humanitaria
“Yo a Honduras solo muerto regreso, ¿qué voy a ir a hacer a Honduras? Solo a morir, ya sea de hambre o por la violencia”, relató a la AFP, un hombre de 24 años, cuando intentó cruzar con la caravana.
El retrato humano de la problemática se ve reflejado en miles de historias similares. Los migrantes aseguran que escapan de la violencia, la pobreza, el desempleo y la falta de educación y salud, una situación agravada por la pandemia.
En el caso de los hondureños, exigen la salida del presidente Juan Orlando Hernández, al que responsabilizan de la crisis económica que alienta la emigración hacia Estados Unidos.
Persiste migración masiva
Solo en febrero, Estados Unidos detuvo a unas 100.000 personas en su frontera sur, incluidos casi 9.500 menores no acompañados, un aumento del 28% con respecto a enero.
El gobierno estadounidense espera este año una llegada récord de migrantes en 20 años.
El gobierno de México, por su parte, ha reforzado la vigilancia en su frontera con Guatemala para impedir el paso de indocumentados que intentan llegar a Estados Unidos.
El miércoles pasado, el INM reportó que, entre el 1 de enero y el 21 de marzo, se han registrado 31.492 personas migrantes, lo que representa un aumento del 18% respecto al mismo periodo de 2020.
