Cuatro personas, entre ellas un niño, murieron el miércoles por la noche y una quinta persona resultó herida en un tiroteo masivo en un complejo de oficinas de Orange.
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Es el tercer tiroteo masivo en Estados Unidos en dos semanas, tras los incidentes en un spa de Atlanta en el que murieron ocho personas, entre ellas seis mujeres asiáticas, y en un supermercado de Boulder, Colorado, en el que murieron 10.
Las autoridades aún no revelaron detalles sobre el motivo de este ataque ni sobre las víctimas.
La teniente Jennifer Amat, portavoz del Departamento de Policía del condado, dijo que los agentes recibieron una llamada sobre las 5:30 p.m. de disparos y respondieron a un negocio en el 202 W. Lincoln Avenue en Orange County, California.
La dirección es un complejo de oficinas beige de dos pisos que contiene una serie de pequeños negocios. Los agentes recibieron disparos al llegar y devolvieron el fuego, dijo Amat.
El tirador fue trasladado a un hospital en condiciones desconocidas. Actualmente no existe ninguna amenaza para el público, añadió; y desconoce el estado del herido.
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Reacciones al ataque
Una hilera de grandes complejos de departamentos se encuentra al otro lado de la Avenida Lincoln.
Nathan Zachary, de 18 años, y su padre habían estado cocinando pollo frito para cenar cuando vio la noticia del tiroteo en las redes sociales. Decidieron salir a la calle para ver qué pasaba.
“Dios mío, no podía creerlo, somos una zona segura, realmente segura, así que tenía que saber qué estaba pasando”, dijo. “En todo el tiempo que llevo aquí no ha pasado nada que llame la atención, hasta esto”.
Él y su padre se quedaron en la acera en pijama de franela, tratando de seguir el movimiento de las fuerzas del orden. “Es difícil dormir”, dijo Zachary, “si no sabes lo que está pasando”.
Por su parte, el Gobernador de California ha tuiteado sentirse “horrorizado” con el tiroteo.