El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió este miércoles a sus detractores extranjeros que “no traspasen la línea roja” con su país, en medio de las crecientes tensiones con Occidente por múltiples cuestiones.

“Globalmente, nos comportamos de forma prudente y modesta, a menudo incluso sin responder a las acciones inamistosas o incluso a groserías flagrantes”, declaró el presidente ruso en su discurso anual a la Nación.

Advirtiendo a quienes se tomen sus “buenas intenciones como una debilidad”, Putin afirmó que esperaba “que nadie tenga la idea de traspasar una línea roja con Rusia”.

“Decidiremos nosotros mismos por dónde pasa (esa línea)”, declaró, en alusión a sus múltiples cruces verbales con las potencias occidentales, pero sin aportar más precisiones.

Según Putin, para algunos países, “atacar a Rusia por cualquier cosa se ha convertido en una especie de deporte”. Sin embargo, no se refirió expresamente a los asuntos que enfrentan a Rusia con Estados Unidos y la Unión Europea.

El mandatario ruso tampoco se refirió al estado de salud del opositor Alexéi Navalni, encarcelado y, según sus allegados, muy debilitado, tras tres semanas en huelga de hambre.

Tampoco mencionó el despliegue de decenas de miles de tropas rusas en la frontera con Ucrania ni las acusaciones de espionaje y de injerencia electoral en Estados Unidos, o el reciente escándalo en el que, según el gobierno checo, estarían implicados agentes de los servicios de inteligencia militar rusa.

Promete lucha contra el cambio climático

En su discurso, Putin sí se refirió al cambio climático, prometiendo una lucha de su país, que es un gran productor de hidrocarburos y suele sufrir catástrofes ecológicas, contra este flagelo.

“Debemos responder a los desafíos del cambio climático, crear una industria de reciclaje de las emisiones de carbono” declaró Putin, quien además dijo que actuará con firmeza y que desea “crear una industria de reciclaje de emisiones de carbono para llegar a una reducción de sus volúmenes e introducir un control y una vigilancia estrictos”.

El presidente ruso se fijó como objetivo que el volumen acumulado de emisiones de efecto de gas invernadero de Rusia sea inferior al de la Unión Europea en los próximos 30 años.

*Con información de AFP