Un ataque con cuchillo dejó dos personas muertas, entre ellas el presunto agresor, en la localidad francesa de Rambouillet, a unos 60 kilómetros de París, informaron la fiscalía de Versalles y fuentes policiales.
La víctima del ataque, de 49 años de edad y madre de dos niños, trabajaba como funcionaria de policía en la comisaría de Rambouillet; murió poco después, a pesar de la intervención de los socorristas. Según los primeros elementos de la investigación, fue acuchillada en la garganta.
Por su parte, el sospechoso, de nacionalidad tunecina, fue abatido a tiros por las fuerzas de seguridad. De acuerdo con las autoridades, este habría atacado a la mujer al grito de “Alá Akbar” (“Alá es el más grande”), por lo que se abrió una investigación por terrorismo.
Una fuente policial señaló que el hombre, de 36 años, llegó a Francia de forma ilegal en 2009, pero desde entonces había obtenido un permiso de residencia. Acababa de instalarse en Rambouillet y no tenía antecedentes penales.
Un cordón de seguridad impedía a una decena de curiosos acercarse a la comisaría, situada en una zona residencial acomodada.
“No cederemos” contra el terrorismo
El presidente francés, Emmanuel Macron, reaccionó al incidente por medio de su cuenta de Twitter, y prometió que el país no cederá “en lucha contra el terrorismo islamista”. El mandatario también rindió homenaje a la mujer víctima del ataque.
En tanto, el primer ministro francés, Jean Castex, que acudió al lugar del atentado, denunció en la misma red social un “acto bárbaro de una crueldad sin límites” contra “una heroína de la vida cotidiana”. “Nuestra determinación en la lucha contra el terrorismo, en todas sus formas, se mantiene intacta”, reiteró Castex ante la prensa.
El gobierno de Macron intenta hacer aprobar un proyecto de ley que pretende reforzar el arsenal legislativo para combatir el islamismo radical en Francia, pero para sus críticos el texto estigmatiza a los musulmanes y limita las libertades.
*Con información de AFP