Autoridades de la iglesia católica beatificaron a tres sacerdotes españoles y a siete laicos catequistas que murieron durante el conflicto armado, asesinados por “odio a la fe”.
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Se les conoce como los “mártires de Quiché”, según los registros de la iglesia.
Estos son:
- José María Gran.
- Faustino Villanueva.
- Juan Alonso.
Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús.
Así como:
- Rosalío Benito.
- Reyes Us Hernández.
- Domingo del Barrio Batz.
- Nicolás Castro.
- Tomás Ramírez Caba.
- Miguel Tiu Imul.
- Juan Barrera Méndez, tenía 12 años de edad cuando fue ultimado.
Los hechos violentos ocurrieron en 1980 y 1991, y los responsables fuero miembros del Ejército de Guatemala, los cuales incursionaron en las comunidades de esa región en el noroccidente del país.
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Barrera Méndez y dos de sus hermanos mayores fueron sacados de su vivienda. Estos sufrieron actos de tortura. Solo dos pudieron escapar.
De esa cuenta, los militares se ensañaron en contra del menor, a quien causaron heridas con cuchillo, golpes de diversa índole, así como con balas.
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Autoridades responsables
Como producto de los acuerdos de paz se formó la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), la cual tuvo a su cargo la elaboración de un informe relacionado con las masacres ocurridas durante el conflicto armado.
De acuerdo con el documento, más del 90 por ciento de los hechos violentos de la época fueron cometidos por autoridades militares.
Las víctimas, en su mayoría, fueron campesinos no combatientes a quienes las fuerzas castrenses vieron con preocupación, por la posibilidad de que apoyaran a los grupos insurgentes.
Según los acuerdos, la CEH no tenía carácter judicial y penal, por lo cual no fueron identificados los responsables de las violaciones a los derechos humanos.
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