Dos periodistas españoles y uno irlandés, secuestrados el lunes en una zona con intensa actividad de caza furtiva en Burkina Faso, fueron finalmente asesinados por sus captores, informaron el martes fuentes oficiales.
“Se confirma la peor de las noticias”, dijo el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al informar, por medio de su cuenta de Twitter, del asesinato de los connacionales David Beriain y Roberto Fraile.
Los tres periodistas acompañaban una patrulla contra la caza furtiva, aparentemente realizando un documental acerca de este flagelo, cuando fueron interceptados y secuestrados por hombres armados en el área de Fada N’Gourma-Pama, en el este de Burkina Faso.
El grupo, al que se sumaba un ciudadano burkinés (quien sigue desaparecido) era buscado intensamente por las fuerzas de seguridad locales desde tempranas horas del martes.
“Es muy lamentable, los tres occidentales fueron ejecutados por terroristas”, declaró un alto responsable de los servicios de seguridad en Burkina Faso.
Documental sobre la caza furtiva
En conferencia de prensa, la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, explicó que los dos periodistas españoles estaban “trabajando en un documental sobre los operativos que organiza Burkina Faso para proteger los parques nacionales” y “sus recursos naturales contra la caza furtiva”.
Beriain, experiodista de guerra de la CNN+ (la rama española de CNN que dejó de operar en 2010), había fundado la casa de producción “93metros” especializada en “grandes formatos documentales que dan acceso a mundos clandestinos”, según su cuenta Linkedin.
Fraile, quien según medios de comunicación españoles había resultado herido en 2012 en Siria, trabajaba para el canal de televisión CyLTV (canal de Catille et Léon).
Por su parte, en la República de Irlanda, el ministerio de Relaciones Exteriores, Simon Coveney, dijo estar “al tanto” de la desaparición de uno de sus ciudadanos, pero se negó “a comentar los detalles de un caso en particular”. Reporteros Sin Fronteras (RSF) precisó que esta persona, quien también fue asesinada, también era periodista.
“Esta tragedia confirma los grandes peligros a los que se enfrentan los reporteros en el Sahel”, dijo Christophe Deloire, secretario general de Reporteros Sin Fronteras.
*Con información de AFP