Austria probó en jardines de infancia dispositivos de detección de covid-19 en forma de paleta, una alternativa para los niños que temen los test nasales o en la garganta.
Un grupo de pequeños probó esta semana en una guardería de Viena este nuevo procedimiento.
Con la reapertura de los centros escolares, se teme que las variantes más contagiosas del virus se expandan, especialmente entre los niños.
Prevención en centros escolares
Para “controlar los contagios” y proponer “una alternativa sensible a otras opciones de test”, la provincia austriaca de Burgenland ya reservó 35.000 de estas pruebas de detección, dijo a la AFP un portavoz del gobierno regional.
Los padres de esta región recibieron una carta para informarles que cada niño recibiría gratuitamente tres de estos test por semana.
“No ha habido ningún problema: hoy lo volvimos a hacer y funcionó bien”, dijo.
Estos dispositivos fueron inventados por Manuela Foedinger, que dirige el laboratorio del hospital Kaiser-Franz-Joseph de Viena, que ya ideó otro método fácil de usar, con gárgaras, muy utilizado en este país de 8,9 millones de habitantes.
Actualmente, Foedinger lleva a cabo un estudio en cinco jardines de infancia con niños entre uno y seis años para determinar la fiabilidad de estos test con miras a extender su uso, dijo un portavoz.