Desde el pasado 29 de abril, el volcán Pacaya, situado a unos 25 kilómetros al sur de la capital, se reactivó, provocando una nueva fisura en el macizo de la que brota un río de lava que poco a poco se extiende.
“Se mantiene la actividad efusiva en la fisura que se ubica en el flanco noroeste, el cual alimenta el flujo de lava que desciende hacia el flanco suroeste y presenta una longitud aproximada de 2,300 m. En la pendiente cercana al Cerro Chino se continúan formando promontorios de lava de varios metros de altura”, es lo que el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) reportaba ayer en su boletín diario.
Ríos de lava del Pacaya
El extenso río de lava ardiente se ha vuelto un atractivo para los turistas que buscan captar las mejores imágenes. Durante los últimos días, de acuerdo con guías locales, ha aumentado el número de visitantes en el lugar.
Varios vecinos recorren regularmente los campos de rocas elevando plegarias para apaciguar la “furia” del coloso. Fieles católicos del poblado San Vicente Pacaya realizan una procesión, portando una gran cruz, y oran para pedir que merme la actividad.
Según pobladores del lugar, la afluencia de personas ha incrementado en los últimos días, decenas de turistas aprovechan a visitar los ríos de lava que avanzan por las faldas del volcán.
Cada grupo de personas que busca llegar al lugar, camina alrededor de tres kilómetros, unos 40 minutos, deben contratar guías y alquilar caballos para llevar sus pertenencias debido a las malas del terreno.
El Pacaya, de 2 mil 552 metros de altura, mantiene en alerta a las autoridades. “No se descarta que surjan nuevos flujos de lava y columnas eruptivas acompañados de ceniza en la fisura o en el cráter Mackenney. Las estaciones sísmicas registran tremor interno, el cual está asociado al ascenso de magma, movimiento del flujo de lava y emanación de gases”, consigna el documento del Insivumeh.
Nueva fisura
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó sobre este nuevo orificio en donde se generó un nuevo flujo de lava en el flanco norte del edificio volcánico, frente al cerro Chino.
“Dicha fisura expulsa material incandescente y genera dos flujos de lava de 200 metros de largo”, detalló la Conred por medio de sus redes sociales.