La comunidad internacional manifestó este sábado su viva preocupación tras unos bombardeos israelíes en Gaza que destruyeron oficinas de medios internacionales, matando a ocho menores, y los tiros de cohetes desde el enclave palestino hacia Israel, que dejaron un muerto.
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En Gaza, el edificio de 13 pisos que albergaba las oficinas de la cadena de información catarí Al Jazeera y de la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP) fue pulverizado por varios misiles, según periodistas de la AFP. El ejército israelí había pedido previamente que el inmueble fuera evacuado.
En un comunicado, las fuerzas armadas israelíes confirmaron que sus cazabombarderos “atacaron un edificio que albergaba objetivos militares, pertenecientes a la inteligencia militar de la organización terrorista Hamás”.
Según el comunicado, Hamás “se esconde y utiliza como escudos humanos” a los medios de comunicación que estaban en el edificio.
Y eso fue lo que le dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al presidente estadounidense, Joe Biden, durante una conversación telefónica.
Según un comunicado de sus servicios, Netanyahu insistió en que en el edificio había “objetivos terroristas” y en que antes de bombardearla, la torre había sido evacuada.
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Previamente, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, había destacado en un tuit que la seguridad de los medios de comunicación revestía una “importancia capital”.
AP “conmocionada y horrorizada”
“Es horrible, muy triste, apuntar contra la oficina de Al Jazeera y las oficinas de prensa”, declaró a la AFP Wael Aldahdouh, jefe de la redacción de la cadena catarí en el lugar.
“El mundo estará menos informado de lo que ocurre en Gaza por lo que ha ocurrido hoy”, lamentó por su parte el jefe de AP, Gary Pruitt, cuya agencia se declaró “conmocionada y horrorizada” por el ataque.
De su lado, la AFP expresó su “solidaridad” con los “colegas de Associated Press y de Al Jazeera”. “Estamos profundamente consternados por el hecho de que se ataque así a oficinas de medios de comunicación”, indicó el director de información de la agencia, Phil Chetwynd.
En 2012, el edificio que albergaba la oficina de la AFP en Gaza fue alcanzado por misiles israelíes, aunque los periodistas allí presentes -tres pisos por debajo del impacto- resultaron ilesos.
Por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca en enero, el presidente estadounidense también habló con su homólogo palestino, Mahmud Abas, radicado en Cisjordania ocupada, quien le pidió que intervenga para que cesen “los ataques israelíes”.
Biden, por su parte, “subrayó la necesidad de que Hamás deje de disparar cohetes contra Israel”, según un comunicado de la Casa Blanca.
En tanto, el encargado del Departamento de Estado estadounidense para los asuntos israelíes y palestinos, Hady Amr, tiene previsto reunirse el domingo con dirigentes israelíes en Jerusalén y visitar Cisjordania para encontrarse con funcionarios palestinos. El mismo día, el Consejo de Seguridad de la ONU volverá a reunirse.
Este sábado por la noche, el ministro de Relaciones Exteriores de Catar, sheij Mohamed bin Abdelraman Al Thani, recibió al líder de Hamás, Ismail Haniyeh, e instó a la comunidad internacional a actuar contra los “ataques brutales” de Israel en Gaza, según un comunicado.
Aunque se han incrementado los esfuerzos diplomáticos para poner fin a cinco días de violentos combates, el viernes por la noche se lanzaron unos 300 cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel, según el ejército israelí.
Un israelí de 50 años fue alcanzado por esos tiros a las afueras de Tel Aviv mientras iba conduciendo, indicaron la policía y los servicios médicos israelíes.
Hamás afirmó que había lanzado cohetes hacia el centro de Israel para vengar un bombardeo israelí “contra mujeres y niños” en Gaza.
Diez palestinos de una misma familia, incluyendo a dos mujeres y ocho niños, murieron al amanecer en un bombardeo israelí en el campo de refugiados de Al Shati, en la ciudad de Gaza.
Ante el agravamiento de la situación, Egipto abrió el sábado su frontera terrestre con Gaza, el paso de Rafah, y envió diez ambulancias al enclave para evacuar a palestinos heridos.
“Nakba”
Desde el lunes, al menos 145 palestinos han perdido la vida, entre ellos 41 menores, y 1.100 resultaron heridos, según el último balance de las autoridades palestinas.
Esta operación israelí es la más importante desde la guerra de 2014 con el movimiento islamista en Gaza, y fue lanzada después de que Hamás disparara una andanada de cohetes contra Israel como muestra de su “solidaridad” con el levantamiento palestino en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este.
Desde entonces, se han disparado más de 2.300 cohetes desde la Franja de Gaza contra Israel, que han matado a 10 personas, entre ellas un menor y un soldado, y han herido a 560. Según el ejército, el escudo antimisiles “Cúpula de Hierro” ha interceptado más de la mitad de los proyectiles.
Este sábado, las autoridades israelíes se mantienen en alerta, con nuevas manifestaciones previstas en Cisjordania ocupada. Los palestinos conmemoran cada 15 de mayo la Nakba, la “catástrofe” que representa para ellos la creación de Israel en 1948. Cada año se producen violentos altercados con el ejército y los colonos israelíes.
Además, en su territorio, Israel también hace frente a una escalada de violencia intercomunitaria inédita en sus ciudades “mixtas”, donde cohabitan judíos y palestinos con ciudadanía israelí, especialmente en Lod (centro), Jaffa cerca de Tel Aviv y Acre, en el norte del país.
Y en la frontera con Líbano se han registrado varios incidentes, incluyendo un intento de infiltración de manifestantes libaneses, según el ejército.
Por su parte, el rey Abdalá II de Jordania afirmó temer que la actitud de Israel hacia los palestinos impulse el “extremismo” y acabe desestabilizando la región.