La ministra de Salud Pública y Asistencia Social, la doctora Amelia Flores, tomó posesión como vicepresidenta de la 74.ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS), cuyo fin es determinar las políticas de la Organización de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La designación de Flores estará vigente a partir de este 24 de mayo y finalizará el próximo l de junio de 2021, y se hizo efectiva por aclamación general de la AMS, en Ginebra, Suiza, donde se desarrolla la asamblea de forma virtual debido a la pandemia.
La AMS adjunta a la OMS celebra cada año, en mayo, una reunión en Ginebra, Suiza, en la cual participan las delegaciones de los 194 Estados Miembros. Su función principal es determinar las políticas de la Organización, designar al Director General y supervisar las políticas financieras del ente internacional, pero este año estará centrada también en la pandemia de la Covid-19.
-La asamblea más importante de la historia-
El principal desafío de la asamblea, “la más importante de la historia de la OMS” según el jefe de la Organización mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, es la reforma de la agencia y su capacidad en coordinar las respuestas a crisis sanitarias mundiales.
“La Asamblea Mundial de la Salud de este año desempeñará un papel fundamental en la configuración de la arquitectura mundial de la salud del futuro y en el fortalecimiento de la OMS para que cumpla su misión y mandato”, añadió el Dr. Tedros.
Jefes de Estado y gobierno, la ONU y la OMS presentaron este lunes sus ideas para frenar al covid-19 y preparar la respuesta a las próximas pandemias, al inicio de la 74ª asamblea.
Acceso a las vacunas, un tema abierto
Lejos de haber generado una ola de solidaridad, la crisis acrecentó las tensiones. La desigualdad ante la vacunación y el tema del acceso a los medicamentos serán igualmente asuntos debatidos esta semana.
Durante la asamblea, los 194 miembros de la OMS deberán decidir si lanzan negociaciones para establecer un tratado sobre las pandemias, destinado a afrontar mejor las futuras crisis y evitar que cada cual actúe a su manera ante un epidemia.
En el caso de Guatemala
La pandemia, que ya cobró la vida de 8 mil personas en el país, ha tenido una “gestión deficiente” por parte del gobierno y el Ministerio de Salud como entidad rectora, criticó la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) a principios de mayo.
La PDH sustentó sus argumentos con 62 supervisiones realizadas por la entidad y los “oportunos llamados” que la institución hizo a las autoridades para corregir fallas en la gestión de la crisis sanitaria derivada de la pandemia.
“Se han multiplicado las entidades y mecanismos gestores paralelos de la crisis sanitaria, debilitando la responsabilidad rectora del MSPAS”, destacó el informe. La PDH observó falencias en el sistema de compras y abastecimiento de medicamentos e insumos, así como en la construcción y comunicación de información cierta, la cual “habría evitado muchos fallecimientos y enormes costos socioeconómicos”, afirmó. Con información de la agencia AFP.