El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, abrieron este miércoles, con un apretón de manos, su esperada cumbre de Ginebra, Suiza, destinada a rebajar las tensiones entre ambos países.
Ambos mandatarios fueron recibidos por el presidente suizo, Guy Parmelin, en la Villa La Grange, un magnífico edificio del siglo XVIII ubicado en el corazón de Ginebra. Biden tomó la iniciativa y tendió la mano a Putin. “Siempre es mejor verse cara a cara”, dijo el mandatario estadounidense. Putin, por su parte, dijo que confiaba en que la reunión fuera “productiva”.
Posteriormente, Biden indicó que el tono de la cumbre con Putin fue “bueno” y “positivo”, aunque aseguró que le advirtió a su par ruso de cualquier injerencia en las elecciones estadounidenses.
“Le dije claramente que no toleraríamos los intentos de violación de nuestra soberanía democrática o de desestabilización de nuestras elecciones democráticas y que responderíamos”, dijo Biden en rueda de prensa tras su reunión con Putin.
“Creo que lo último que quiere ahora es una Guerra Fría”, declaró sin embargo Biden en alusión a Putin.
Cumbre “constructiva”
En tanto, Putin calificó de “constructiva” la cumbre de tres horas y media con Biden en Ginebra.
“Las conversaciones fueron absolutamente constructivas”, dijo el mandatario ruso durante una rueda de prensa en solitario.
En el encuentro, ambos mandatarios acordaron el regreso de sus respectivos embajadores, un gesto de apaciguamiento en sus tensas relaciones.
Los embajadores “regresarán a su lugar de trabajo. Cuándo exáctamente es una cuestión puramente técnica”, dijo el mandatario ruso, quien también avanzó posibles “compromisos” para un intercambio de prisioneros.
Las relaciones diplomáticas entre Moscú y Washington estaban muy degradadas desde que el actual mandatario estadounidense llegó al poder en enero.
Desde su llegada al poder, Biden adoptó un tono firme con relación a Putin, para dejar claras las diferencias con su errático predecesor, Donald Trump. Prometió, además, que subrayará ante Putin cuáles son las “líneas rojas” que no debe franquear.