Canadá vivió en días recientes una insólita ola de vandalismo que ha provocado incendios de iglesias y daños y derribos de monumentos y estatuas en el país.
Los incidentes ocurrieron después recientes descubrimientos de más de 1 mil tumbas sin nombre en antiguos internados indígenas, lo que provocó ira y dolor en las comunidades de las etnias nativas y fuera de ellas, junto con un reconocimiento de la oscura historia colonial del país norteamericano.
El día festivo nacional de Canadá, el jueves, estuvo marcado por un ajuste de cuentas sombrío sobre su pasado de colonia británica. Varias ciudades cancelando las celebraciones.
Diez iglesias de Calgary fueron vandalizadas, y en Winnipeg los manifestantes sacaron una estatua de la reina Victoria de su base en la legislatura de Manitoba, y otra cercana de la reina Isabel II.
“Es inaceptable”
Este viernes, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, denunció los hechos.
“Es inaceptable y erróneo que se estén viendo actos de vandalismo e incendios provocados en todo el país, incluso contra las iglesias católicas”, dijo Trudeau en una conferencia de prensa.
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Para el primer ministro, esos actos son “totalmente comprensibles dada la vergonzosa historia” de las escuelas residenciales indígenas de Canadá, pero consideró que los canadienses deben comprometerse con la reconciliación y no destruir.
En Gran Bretaña, el gobierno condenó en un comunicado el derribo de las estatuas de ambas reinas.
“Nuestros pensamientos están con la comunidad indígena de Canadá después de estos trágicos descubrimientos (de tumbas), seguimos estos temas de cerca y continuamos comprometidos con el gobierno de Canadá en asuntos indígenas”, señaló la nota.
Hasta la década de 1990, unos 150 mil jóvenes indios, inuit y metis canadienses fueron matriculados por la fuerza en 139 escuelas residenciales administradas por la Iglesia Católica en nombre del gobierno.
*Con información de AFP