De manera sorpresiva se conoció que la jefa del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras Argueta, designó al fiscal Rafael Curruchiche como jefe de la FECI, en lugar de Carla Valenzuela.
Valenzuela también se opuso a que se le designaran casos de corrupción a la fiscal Cinthia Monterroso, los cuales se llevan en el Juzgado de Mayor Riesgo E y por lo que fue un motivo para destituir a Juan Francisco Sandoval.
El desempeño de Curruchiche que estuvo a cargo de la Fiscalía contra Delitos Electorales ha sido cuestionado, ya que no se opuso a disminuir la investigación contra empresarios por financiamiento al partido Frente de Convergencia Nacional- Nación (FCN-Nación) que llevó a la presidencia a Jimmy Morales.
Pero aceleró una investigación contra el extitular de la Superintendencia de Administración Tributaria Juan Francisco Solórzano Foppa. Y un analista de la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Preocupa decisiones de la jefa del ente investigador
Las últimas acciones de Porras Argueta ha alertado a los países cooperantes, por lo que han hecho un llamado a que recapacite. Además, activistas señalan que las decisiones pueden aislar al país, ya que busca desarticular unidades que investigan la corrupción y la impunidad en funcionarios de turno.
Por ejemplo, Estados Unidos suspendió de manera temporal la cooperación al Ministeiro Público. Y funcionarios del Gobierno de Joe Biden confirmaron que perdieron la confianza en la gestión de Porras Argueta.
De acuerdo con abogados la fiscal general ha puesto en duda la independencia del ente investigador. Como fue en el caso de denuncias por el expresidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social que vinculan a amigos del presidente, Alejandro Giammattei.
Por lo que las protestas para exigir la renuncia de la jefa del MP han aumentado en los últimos días. Sin embargo, mantiene el silencio y solo brinda declaraciones a medios de comunicación de su elección.