Acompañado de un equipo técnico, el ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, entregó al presidente del Congreso, Allan Rodríguez, el anteproyecto de presupuesto del Gobierno para el próximo año.
La propuesta del Ejecutivo asciende a Q103 mil 992 millones, que, según el gobierno, prioriza temas de seguridad, justicia, salud y educación.
La iniciativa de ley contempla financiarse con Q74 mil 368 millones, pero los Q19 mil 387 millones restantes provendrán de endeudamiento por medio de Bonos del Tesoro y préstamos.
La cartera del Tesoro contempla obtener Q16 mil 963 millones en bonos, lo cual tiene un costo elevado para la elaboración de proyectos.
El gobierno intentará que se le apruebe este presupuesto, ya que en los dos años anteriores no ha logrado tener un plan de gastos propio.
Sin embargo, el año pasado obtuvo más fondos debido a los créditos que le aprobaron los diputados para programas sociales por la crisis sanitaria.
Además, este año se aprobaron Q1 mil 500 millones para la compra de vacunas contra el nuevo coronavirus.
En la distribución de fondos para los ministerios sobresale el de Salud, en el que se contempla un fondo de Q1 mil millones para la adquisición de más dosis contra el coronavirus SARS-CoV-2.
También se destinarán Q100 millones para el Fondo Nacional de Cambio Climático, además de Q5 millones para el seguro paramédico por desastres. A la vez se crea un fondo de becas con Q100 millones.
Otras de las carteras con aumentos en sus presupuestos son Educación, de Q2 mil 56 millones, y Gobernación, con Q980 millones.
Discusión política por gestión del Gobierno
El proyecto de presupuesto será enviado a la comisión de Finanzas del Congreso para su discusión técnica y política, pero economistas y expertos insisten en que los diputados deben respetar la parte técnica sobre cálculos de incrementos y revisar el endeudamiento porque, aunque esté en indicadores normales, va en aumento.
El Ministerio de Finanzas contempla que el déficit fiscal vuelva a las metas programadas previo a la pandemia.
La proyección de ese rubro se estima que baje a 3.3% y para el próximo año sea de 2.8%, lo ideal es que pueda bajar más de 2.5%.
Asimismo, los centros económicos insisten en que la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) debe ampliar la base tributaria porque el país sigue siendo la nación con la tasa más baja en la recolección de impuestos. Y, por último, mejorar la gestión de la SAT.