Cada amanecer en la costa sur, desde hace más de 3 mil años, se iluminan las plazas de Tak’alik Ab’aj, ciudad observatorio que fue astronómico de las culturas mesoamericanas, por eso era conocida como la Ciudad Luz.
Tak’alik Ab’aj, que en K’iche’ significa “Piedra Parada”, se encuentra en el municipio de El Asintal, Retalhuleu, a 199 kilómetros de la ciudad de Guatemala.
De acuerdo con arqueólogos expertos en su estudio, gozó de uno de los períodos de habitación más largos de la cultura precolombina: desde el Preclásico Medio al Clásico Tardío, que van del 1 mil a.C. a 900 d.C.
Es por esto que desempeñó un papel importante como centro de desarrollo económico y cultural de la región. Presenció épocas trascendentales de la evolución de grandes culturas de la región, como la olmeca y la maya.
La revista National Geographic, presentó en 2004 evidencias de lo anterior: publicó el hallazgo de la tumba real más antigua del imperio maya, la cual fue encontrada en un mirador estelar construido hace 1 mil 800 años en esa ciudad.
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Deleite arqueológico
Recorriendo los senderos de la “Ciudad Luz” los turistas pueden admirar 70 estructuras monumentales, 12 plazas agrupadas en 9 terrazas, 2 campos de juego de pelota maya, 239 esculturas de piedra que incluyen estelas y altares; así como la belleza natural y la fauna.
Uno de los atractivos principales, además de las edificaciones, lo constituyen las esculturas en roca pura de personajes de baja estatura y corpulentos, conocidos popularmente como “barrigones”.
Asimismo, se encuentran talladas en roca cabezas humanas de tamaño colosal y animales como tortugas, serpientes y cocodrilos. Estas son manifestaciones culturales precolombinas.
El lugar posee además una característica enigmática, pues no se trata de un terreno rocoso, por lo que surge la duda: ¿desde dónde transportaron las piedras para tallar sus esculturas y cómo las movilizaron hasta el frente de las edificaciones.
En años recientes se localizó un gran número de objetos identificados como una ofrenda a una estela, se trata de una impresionante muestra de cien-tos de vasijas y platos, en los que aún se pudo localizar restos de los productos que las personas dejaron en honor a sus divinidades.
En la actualidad estos objetos se encuentran en investigación para obtener de ellos toda la información posible y se espera que pronto puedan ser apreciados por el público, cuando este el museo de la localidad.
En el sitio los visitantes pueden disfrutar también de un pequeño zoológico que cuenta con pizotes, mapaches, monos y pecarís (coches de monte).
Hallazgos recientes
El Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala reveló en julio de 2018 el hallazgo de dos monumentos y una estela originarios de hace 2 mil 500 años, claves para evidenciar el tránsito de la cultura olmeca a la maya en el Parque Arqueológico.
Las estructuras, descubiertas por el equipo dirigido por la arqueóloga guatemalteca Christa Schieber, son la representación de una cabeza olmeca llamada “Abuelo” y un emblema de una cruz que simboliza el poder, además de una estela “monumental lisa”, de un peso aproximado de 5 toneladas.
El 10 de marzo de 2020, el presidente Alejandro Giammattei informó sobre el ensayo para un estudio colaborativo sobre la Estela 87 de Tak’alik Ab’aj.
“Este lugar lleno de riqueza cultural e historia fue el comienzo de los Mayas. Le pediremos a la Unesco que lo declare Patrimonio Cultural de la Humanidad”, expresó Giammattei.
Cómo llegar
El sitio arqueológico está ubicado a 199 kilómetros de la capital (3.5 horas). Para llegar se toma la CA-2 que conduce a la frontera con México, hasta el kilómetro 190.5, donde se gira a la derecha en dirección a El Asintal. Se atraviesa el poblado y 4 kms adelante se encuentra la entrada Tak’alik Ab’aj. La carretera está totalmente asfaltada desde Guatemala hasta el lugar de destino.
Actividades que pueden realizarse
En 2 horas de recorrido los visitantes pueden realizar una caminata corta por las plantaciones de café, hule, macadamia, y participar en el proceso de producción de cada uno de los cultivos; observar diversas especies de flora y fauna, sobre todo de aves en la Reserva Natural Privada La Montaña.
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