El expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) puede ser extraditado a Perú para responder ante la justicia por las acusaciones de corrupción en su contra por el caso Odebrecht, falló este martes un juez estadounidense.
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“La corte escuchó y consideró la evidencia de criminalidad y cree que es suficiente para sustentar los cargos de colusión y lavado de dinero”, dictó el juez Thomas Hixon en el texto de 30 páginas.
Con la luz verde de la justicia, la decisión sobre la extradición de Toledo recae sobre la Secretaría de Estado de Estados Unidos.
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Extraditable
El tratado de extradición entre Estados Unidos y Perú sobre el cual se fundamenta la decisión data del 26 de julio de 2001.
El político de 75 años es acusado por la fiscalía peruana, que investiga el caso de la Lava Jato, de haber recibido 20 millones de dólares de parte de la constructora brasileña Odebrecht para que le otorgara la construcción de la carretera Interoceánica, que une Perú con Brasil.
Lo acusa también de los delitos de tráfico de influencias, colusión y lavado de dinero en agravio del Estado peruano.
El expresidente ha negado los cargos y se ha declarado inocente.
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Fue detenido en 2019 en California, donde residía junto con su esposa, la belga Eliane Karp. Estuvo siete meses en prisión en Estados Unidos, pero fue enviado a arresto domiciliario en marzo de 2020 por la pandemia mientras es analizado el pedido de extradición que Perú presentó en diciembre de 2019.
La decisión de este martes se produjo apenas cuatro días después de una audiencia virtual sobre el pedido de extradición.
“Recibimos con satisfacción el fallo del juez Hixson que respalda la posición del Estado peruano sobre la extradición de Toledo para que sea juzgado en nuestro país”, tuiteó el ministro de Justicia de Perú, Aníbal Torres, en la primera reacción de un alto funcionario de ese país.
“Toledo puede hacer uso del recurso de habeas corpus, caso en el que estaremos a la espera si es admitido o no”, agregó el titular en su cuenta de la red social Twitter.
“Causa probable”
En marzo del 2019, el empresario peruano-israelí Josef Maiman, amigo personal de Toledo, firmó un acuerdo de colaboración eficaz con la fiscalía y confirmó que Odebrecht depositó, no 20 sino 35 millones en sus cuentas como sobornos para el expresidente, según informes de prensa.
El exfuncionario de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, también implicó a Toledo en su declaración, afirmando que el presidente habría recibido sobornos millonarios en relación a la construcción de la carretera Interoceánica.
El expresidente afirma que ambos mienten y se dice víctima de una “persecución política”.
“El caso contra Toledo no es hermético. Hay contradicciones entre los dos principales testigos contra él [Maiman y Barata] y hay inconsistencias en los testimonios dados a lo largo del tiempo”, apuntó el juez Hixon en su fallo.
“Sin embargo, esto no anula la causa probable para creer que Toledo incurrió en colusión y lavado de dinero”, agrega.
Toledo es uno de los cuatro expresidentes de Perú implicados en el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht, que llevó tras las rejas a parte de la élite política y empresarial de Brasil, y arrastró también a otras figuras en países de América Latina.
Alán García (1985-1990, 2006-2011) se suicidó en 2019, a los 69 años, cuando iba a ser detenido por la policía en Lima, en relación con este caso.
También están bajo la mira de la justicia Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
La constructora brasileña Odebrecht admitió ante la justicia estadounidense que había pagado 29 millones de dólares en sobornos a gobiernos peruanos en los últimos años.