Más de 50 personas murieron este viernes en un sangriento atentado suicida en una mezquita chiita en Kunduz, ciudad del noreste de Afganistán, en el que ya es el ataque más mortífero en ese país desde la retirada de las tropas estadounidenses, el pasado 30 de agosto.
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El ataque fue reivindicado por el grupo extremista Estado Islámico (EI) en uno de sus canales de Telegram, según confirmó la AFP. La organización ya había llevado a cabo, el pasado domingo, otro atentado contra una mezquita en Kabul, que dejó cinco muertos.
Según la organización yihadista, el kamikaze se apodaba “Mohammed el uigur”, dando a entender que formaba parte de la minoría musulmana china, algunos de cuyos miembros se unieron al grupo EI.
“Hasta ahora hemos recibido 35 cadáveres y más de 50 heridos”, dijo un médico del hospital central de Kunduz, que habló en condición de anonimato, citado por la AFP.
Poco antes, un responsable local de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que su clínica en Kunduz recibió “a más de 90 pacientes heridos y al menos 15 cadáveres”.
“Vi al menos 40 cadáveres”
Un testigo que se encontraba en el vestíbulo de la mezquita al momento del ataque declaró que “había 300 o 400 personas dentro”.
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El estallido se produjo durante la oración de mediodía, la más concurrida de los viernes, día de descanso musulmán y los testigos describieron escenas atroces.
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“Vi al menos 40 cadáveres”, dijo un comerciante local, Zalmai Alokzai, que se dirigió inmediatamente al hospital para donar sangre para las víctimas.
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En declaraciones a periodistas locales, Dost Muhammad, jefe de los servicios de seguridad de los talibanes en Kunduz, afirmó que “quienes cometieron este acto quieren sembrar discordia entre sunitas y chiitas”.
“Les aseguramos a nuestros hermanos chiitas que garantizaremos su seguridad y que estos ataques no se reproducirán. Nuestros mayores y toda la nación, incluidos nosotros, sienten tristeza”, añadió.
Por su parte, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, condenó “en los términos más enérgicos” el atentado, “el tercero contra un edificio religioso en menos de una semana”. “Los autores deben ser llevados ante la justicia”, exigió, en un comunicado.
*Con información de AFP