El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, consiguió este lunes un cuarto mandato consecutivo, tras lograr un 75% de los votos, en un contexto particular, con siete aspirantes opositores actualmente detenidos.
Tras las elecciones celebradas el domingo en el país centroamericano, surgieron distintas posturas y expresiones de rechazo al considerar que no hubo garantías democráticas y que carecen de legitimidad.
El Parlamento Centroamericano (Parlacen) hizo un único pronunciamiento y saludo el proceso electoral en Nicaragua “con el que su pueblo reitera soberanamente su vocación por la paz y la reconciliación”, indica un tuit en las redes oficiales del organismo regional.
División por elecciones en Nicaragua
Poco después de conocerse los resultados parciales, la Unión Europea (UE) aseguró que las elecciones “carecen de legitimidad” y el gobierno español consideró que el proceso electoral había sido una “burla”.
El domingo, el presidente estadounidense Joe Biden, dijo que los comicios habían sido una “farsa” y advirtió de nuevas sanciones.
Paralelamente, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a su aliado. Al igual que Rusia que aseguró que las elecciones “se produjeron de forma ordenada, en pleno respeto de la legislación nicaragüense”.
Los comicios “completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático”, dijo la UE en un comunicado.
En las calles de Managua, ondeando banderas rojinegras del FSLN y en medio de fuegos artificiales, música y baile, seguidores de Ortega festejaban el lunes de madrugada en la Plaza de las Victorias, en el centro de la capital.
“Les guste o no les guste a los yanquis (EEUU), ¡nosotros mandamos!”, dijo una mujer.
Ortega cumplirá dos décadas en el poder
Tras llegar al poder por las urnas en 2007, Ortega, quien el jueves cumplirá 76 años, asumirá otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), junto a su poderosa esposa Rosario Murillo, de 70, que se será vicepresidenta por segunda vez.
El exguerrillero sandinista, quien también gobernó el país en los años 1980 luego de que el FSLN derrocara en 1979 al dictador Anastasio Somoza, enfrentó a Espinoza y a otros cuatro candidatos derechistas, desconocidos y tachados de colaboradores del gobierno.
Tras 14 años en el poder, Ortega es acusado por sus críticos y opositores de “nepotismo” y de instaurar una dictadura, mientras que el exguerrillero asegura que su gobierno es del “pueblo” y defiende la soberanía de su país de los “ataques” de Estados Unidos.
El CSE estimó en un 65% la participación, aunque el observatorio independiente Urnas Abiertas aseguró que la abstención habría alcanzado un 81,5%, aunque estos datos no se han podido verificar.
Los opositores, la mayoría en el exilio o presos, habían llamado a la abstención.
Con información de Agence France-Presse.