Al menos 109 personas murieron tras el paso de Rai por Filipinas, el peor tifón que ha azotado este año al país, según los balances oficiales del domingo mientras se intensifican de los esfuerzos por llevar alimentos y agua a las islas devastadas.
Más de 300.000 personas abandonaron sus casas y hoteles de playa luego de que el tifón Rai arrasó parte del archipiélago, dejando a varias zonas sin comunicaciones y servicio eléctrico, mientras en otros sitios arrancó techos y derribó postes de electricidad.
Arthur Yap, el gobernador de Bohol, un popular destino turístico, informó que las víctimas fatales en la isla sumaron 72.
En las islas Dinagat, el portavoz de la delegación provincial, Jeffrey Crisostomo, indicó a la AFP que hay otros diez fallecidos.
Con esto la cifra total de muertes reportadas asciende a 109, según los datos oficiales, que confirman que Rai es uno de los tifones más mortíferos que ha golpeado filipinas en los últimos años.
Es probable que el balance aumente a medida que las agencias del gobierno comiencen a evaluar la totalidad del desastre.
El tifón Rai azotó Filipinas el jueves con vientos de 195 km por hora y actualmente hay desplegados miles de policías, militares, guardias costeros y bomberos para asistir en las búsquedas y en el rescate en las zonas afectadas.
El sábado el ciclón se alejó avanzando por el mar de China Meridional y el domingo estaba frente a las costas de Vietnam avanzando hacia el norte.
Maquinaria pesada como retroexcavadoras y tractores, fue usada para ayudar a despejar carreteras bloqueadas por la caída de postes y árboles.
Una evaluación aérea de los daños al norte de Bohol dejó “muy claro” que la gente ha sufrido mucho en términos de casas destruidas y pérdidas agrícolas, indicó Yap, quien declaró estado de emergencia en la isla.
Reminiscencias de Haiyan
El tifón también generó destrucción generalizada en las islas de Siargao, Dinagat y Mindanao.
Imágenes aéreas distribuidas por los militares mostraron los daños en la localidad de General Luna, en Siargao, donde se encontraban numerosos surfistas y turistas antes del período navideño.
Las imágenes mostraron edificios sin techo y el suelo recubierto de escombros.
Este domingo se comenzó a evacuar a los turistas.
La gobernadora de Dinagat, Arlene Bag-ao, dijo el sábado que el daño a la isla “es una reminiscencia similar o peor” que la provocada por el supertifón Haiyan de 2013.
Haiyan es el ciclón más mortal en los registros de Filipinas, con más de 7.300 personas muertas o desaparecidas.
En Surigao City, en el norte de Mindanao, las calles quedaron cubiertas de vidrios rotos, láminas de acero de los techos y tendido eléctrico.
Los vientos de Rai bajaron a 150 km por hora al avanzar por el país con lluvias torrenciales, arrancando árboles y destruyendo estructuras de madera.
Rai golpeó a Filipinas tardíamente en la temporada de tifones, debido a que los ciclones suelen formarse entre julio y octubre.
Los científicos han advertido que los tifones se vuelven cada vez más poderosos y se fortalecen más rápidamente como efecto del cambio climático.
Filipinas es considerado como uno de los países más vulnerables al cambio climático y recibe anualmente unos 20 tifones y tormentas, algunos de efectos devastadores.