Gobernó dos períodos, el segundo de ellos cuestionado por un posible fraude en las urnas. Juan Orlando Hernández dejó la presidencia de Honduras en medio de acusaciones de narcotráfico en Estados Unidos, aunque él asegura que combatió al crimen de las drogas.
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En enero de 2021 dijo la AFP que al terminar su mandato se “apartará de la vida pública” a escribir sus memorias. “Como ciudadano seguiré siempre sirviendo a la patria”, anunció el miércoles en su mensaje de despedida.
Pero algunos temas pendientes pueden complicar el descanso de quien fuera un sólido aliado de Washington en la región. A continuación algunos aspectos para entender su situación.
1 – Acusaciones de narcotráfico:
Su hermano Antonio “Tony” Hernández cumple cadena perpetua en una cárcel de Estados Unidos por narcotráfico, y fiscales de Nueva York se refieren al exgobernante como CC-4 o “co-conspirador” del delito.
Geovanny Fuentes, otro condenado en Estados Unidos, aseguró durante su juicio que Juan Orlando Hernández le dijo que iban a “meter la droga a los gringos en sus propias narices” sin que lo notaran.
JOH, como se le conoce en Honduras por sus iniciales, rechaza los cargos. “[Es] por venganza. A muchos de ellos [narcos] los capturamos nosotros y los entregamos allá [en Estados Unidos] o están en cárceles de Honduras y otros se fueron a entregar por la presión que les hicimos”, aseguró Hernández a la AFP días antes de la sentencia de su hermano.
Hernández afirma que logró reducir en 95% el paso de la cocaína por Honduras desde 2014 y que eso le valió felicitaciones de Washington.
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Aunque el gobierno de Estados Unidos no ha tomado posición pública sobre los posibles nexos del exgobernante con el narco, el miércoles, un alto cargo de la administración estadounidense dijo que “toman seriamente las acusaciones que se han hecho contra él”.
2.- Huida, refugio o inmunidad:
Si las acusaciones contra Hernández se formalizan, “un camino es huir de la justicia, convertirse en fugitivo en países que le puedan dar protección, que no tengan extradición con Estados Unidos y puedan darle protección, como Nicaragua”, consideró Elvin Hernández, analista del jesuita Equipo de Reflexión e Investigación y Comunicación (ERIC).
Recordó que el expresidente tuvo acercamientos con el mandatario nicaragüense Daniel Ortega cuando este estaba arrinconado y cuestionado por la comunidad internacional por su permanencia en el poder, y mencionó que “Nicaragua no tiene extradición y tiene experiencia protegiendo presidentes que son perseguidos por la justicia”, como los exgobernantes salvadoreños Salvador Sánchez Cerén y Mauricio Funes.
“Uno cuando lee esos textos [de los fiscales de Nueva York] queda convencido de que [Hernández] es actor de fondo en la investigación (…). Lo ubican como un líder ambicioso del poder de su partido y desde allí avanzó a tener control del gobierno y desde allí avanzó a convertirnos en un narco-Estado”, comentó Elvin Hernández.
Hernández fue juramentado el jueves como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), un beneficio al que acceden todos los expresidentes de la región al dejar el cargo, lo que le concede derecho a inmunidad y antejuicio.
3.- Extradición:
“Lo que le espera a JOH es pagar las consecuencias y los castigos por haber estado involucrado en actos reñidos con la justicia estadounidense”, consideró el sociólogo y exprofesor universitario Pablo Carías.
Al perder el control del gobierno, “rápidamente se encontrará en soledad, con la ausencia de toda la estructura que él formó, orientada al desmantelamiento de la institucionalidad jurídica del país y a sustituirla por un sistema de impunidad”, agregó.
“Hay importantes sospechas de que él puede ser extraditado a las cortes de Estados Unidos”, precisó Carías.
“Recién escribí una carta al Departamento de Justicia de los Estados Unidos aconsejándole acusar y extraditar de forma inmediata al expresidente Hernández para ser enjuiciado por cargos de tráfico de drogas”, escribió recientemente en un artículo la legisladora estadounidense de raíces centroamericanas Norma Torres.
4.- Colaborador:
Otra posibilidad, según Carías, es que JOH se convierta o que ya esté colaborando con la agencia antidrogas estadounidense (DEA), para no solamente reducir penas sino convertirse en un colaborador, “y que partir de allí su vida quede en manos de la DEA”.
* Con información de agencia AFP.