Vladimir Putin intenta defender su economía: Prohíbe transferir divisas al extranjero y ordena a las empresas convertir en rublos el 80% de sus ingresos.
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Tras cinco días de acciones militares en Ucrania por parte de Rusia, ayer en la región de Gómel, en la frontera ucraniano-bielorrusa, delegaciones ucranianas y rusas comenzaron las negociaciones para lograr un alto al fuego definitivo.
La delegación de Kiev incluía al ministro de Defensa y al viceministro de Relaciones Exteriores, mientras que la delegación de Rusia estaba encabezada por Vladimir Medinsky, asesor del presidente Putin.
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“La parte rusa, desafortunadamente, todavía tiene una visión muy sesgada de los procesos destructivos que ha lanzado”, dijo en Twitter el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podolyak después de asistir a las conversaciones cerca de la frontera con Bielorrusia. Finalmente, la única buena noticia es que habrá una segunda ronda de negociaciones.
En este contexto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, volvió a insistir en que la Unión Europea (UE) adhiera a su país de forma urgente, algo que los 27 aún no ven tan factible porque es un proceso que puede llevar años. En este sentido, durante el fin de semana, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, fue precisa: “Ucrania es uno de los nuestros y los queremos en la Unión”.
Estas palabras coinciden con las de su antecesor, Jean-Claude Juncker, quien está a favor de ampliaciones, al menos en el lado filosófico. Sin embargo, hay discrepancias profundas sobre la ampliación entre los miembros por las implicaciones que esta adhesión exprés pudiera traer.
Por parte de Moscú, que sigue viendo esta incorporación como un ataque a su soberanía, exigió el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la desmilitarización de Ucrania.
Lo que queda claro es que el mapa geopolítico está cambiando en el Viejo Continente, especialmente cuando la Unión Europea decidió enviar material militar de apoyo a Ucrania como un símbolo de apoyo de la UE a Kiev.
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Además, Suiza parece haber abandonado su histórica neutralidad para sumarse a las sanciones emprendidas desde Bruselas y Washington contra el régimen del Kremlin.
Y a esto hay que sumarle que Suecia y Finlandia, países de la UE, también se acercan a la OTAN, una operación que Vladimir Putin también ve como una afrenta y amenaza para los intereses rusos.
“Ucrania ve en la Otan y en la Unión Europea las garantías para proteger su soberanía y su independencia, y Rusia lo ve como ataque”. José Lebeña Publinews México.