Personal y médicos del Hospital Roosevelt se declararon en paro debido al atraso en los pagos de sus salarios de enero y febrero.
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“¿Qué queremos compañeros? ¡Que nos paguen! ¡Que nos paguen!” exige un grupo que se concentró a las puertas de ingreso del Ministerio de Salud y Asistencia Social (MSPAS), ubicado en cercanías del hospital.
Personal del Roosevelt se moviliza
El personal se organizó y protestó para exigir que se agilicen los pagos o se tomen otras acciones como alternativa ante la problemática que les está afectando a su economía personal y familiar.
El director del centro asistencial, Marco Antonio Barrientos, sostuvo una reunión con el personal inconforme y manifestó que el Ministerio de Finanzas debe concluir el proceso para el traslado de fondos, debido a que ahora los pagos salariales se realizan a través Guatenóminas.
Barrientos solicitó un plazo hasta medio día de este martes para poder ofrecer al personal una respuesta.
Mientras tanto, los trabajadores se dispusieron a marchar a las puertas del Ministerio de Salud para ejercer presión a sus peticiones. Con cárteles en mano y consignas se manifestaron y pidieron una audiencia.
Un grupo de representantes ingresó al recinto y sostuvo una reunión con personal de Recursos Humanos. El compromiso fue emitir los pagos para este medio día. No obstante, los trabajadores pidieron que el ofrecimiento verbal también se respalde a través de un documento.
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Atrasos afectaron a residentes
La problemática no es nueva. Hace dos semanas las protestas comenzaron con los médicos residentes, quienes se aquejaron también por el atraso del pago de enero.
Los médicos decidieron entonces suspender la atención en consulta externa y otros servicios, quedando en operaciones únicamente el área de emergencia.
El director explicó en esa ocasión que el inconveniente afectaba a 130 médicos residentes y que los inconvenientes se debían a la transición al sistema de Guatenóminas.
El doctor Carlos Terraza, jefe de residentes de cirugía del Roosevelt, dijo que se había agotado el proceso de diálogo sin que se les ofreciera un contrato laboral, pese a que prestaron sus servicios sin interrupciones.
Terraza explicó que durante 45 días atendieron emergencias, consultas externas, terapia intensiva y a pacientes con complicaciones por la COVID-19.