El papa Francisco denunció este domingo que la ciudad ucraniana de Mariúpol fue “bombardeada y destruida de una forma bárbara”, y reiteró su petición para que se abran corredores humanitarios para evacuar a los civiles de este lugar. “Mis pensamientos están con la ciudad ucraniana de Mariúpol, ciudad de María, bombardeada y destruida de una forma bárbara. Yo reitero mi petición de que se abran corredores humanitario seguros”, dijo Francisco durante el rezo del Angelus en la Plaza San Pedro del Vaticano.
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El pontífice denunció, además, que la guerra en Ucrania es una “regresión macabra para la humanidad”. “No abdiquemos nunca frente a la lógica de la violencia, la espiral perversa de las armas”, apuntó.
Evacuación de civiles
La ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, ha sido casi totalmente destruida tras semanas de asedio, pero en la noche del sábado y madrugada del domingo un primer grupo de civiles pudo ser sacado de la fábrica metalúrgica de Azovstal, último reducto de los combatientes ucranianos, donde también se refugiaron habitantes de la ciudad. El batallón ucraniano de Azov informó que una veintena de civiles fueron evacuados, mientras que el ministerio de Defensa de Rusia cifró en cerca de 50 la cantidad de personas que pudieron salir, en dos grupos diferentes de 25 y de 21 personas.
Por su parte, Jens Laerke, portavoz de la Oficina de coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, confirmó que “una operación de evacuación está en curso en el complejo siderúrgico de Azovstal, en coordinación con el CICR y las partes del conflicto”. Laerke precisó que “el convoy para evacuar a los civiles salió el 29 de abril, recorrió unos 230 kilómetros y llegó al complejo en Mariúpol el sábado por la mañana, hora local”. Subrayó que no puede dar otros detalles por razones de seguridad.
Las partes rusa y ucraniana dieron informaciones divergentes sobre esta operación de evacuación de civiles, que es la última bolsa de resistencia ucraniana en Mariúpol.
*Con información de AFP