Un vecindario de casas con patios de queso o tierra lunar donde podrá interactuar el avatar del dueño, además de platillos voladores y pirámides mayas, todos con certificados de propiedad en el mundo virtual. Así será “Platzeeland”, uno de los primeros metaversos en Latinoamérica creado por guatemaltecos.
Cada “casita” de voxeles -o pixeles en tercera dimensión- nace como una alternativa a los metaversos ya creados en Estados Unidos y Europa, cuenta a la AFP Mario Ríos, director del proyecto de este de nuevo mundo virtual que será lanzado en septiembre.
“Tenemos la idea (…) de que en Latinoamérica no podemos hacer algo grande o no podemos hacer algo bien, entonces allí es donde nos pusimos el primer reto de crear un metaverso hecho por guatemaltecos para Latinoamérica, pero que suene en el mundo”, menciona Ríos, un analista de datos de 26 años.
El metaverso, calificado como el futuro de Internet por Meta (casa matriz de Facebook) y otras compañías, consiste en una serie de “universos” paralelos a los que se puede acceder principalmente por medio de plataformas de realidad virtual y aumentada.
El primer paso del metaverso guatemalteco partió con la venta a finales de abril de 5.000 “Platzees”: propiedades exóticas “coleccionables” rodeadas también por animales, carros de Fórmula 1, seres mitológicos y otras “rarezas”, con un costo desde 500 dólares.
Una pirámide del sitio arqueológico de Tikal, la ceiba (árbol) y la marimba (instrumento musical), entre otros símbolos nacionales de Guatemala, le dan al universo virtual un toque “chapín”, como se les llama coloquialmente a los guatemaltecos.
Todas poseen el certificado NFT (tokens no fungibles), ficheros informáticos que permiten asociar la autenticidad a objetos virtuales, que tienden a subir de precio en el mercado.
“Tierra digital”
Según Ríos, las propiedades digitales también suponen una inversión al dar un “retorno” del 8% de la compra en el primer año y del 5% al 11% en los subsiguientes. “Somos el segundo (metaverso) o el tercero a nivel mundial que da algo a cambio”, apunta.
Además de las casas, los usuarios “premium” del metaverso contarán con una colección de pinturas digitales NFT del artista plástico local Nathan Ardón.
“Si la tendencia (de metaversos) ya viene y vemos que es algo imparable como una ola que ya viene en camino, la pregunta es por qué no hacerlo nosotros internamente en Latinoamérica, en Guatemala, porque sí se puede”, añade Rodrigo Blanco (36), fundador de Portafolio Diversificado, la empresa detrás de “Platzeeland”.
La firma se basa principalmente en inversiones inmobiliarias convencionales en Estados Unidos y una de sus casas fue tomada como modelo para los miles de “lugarcitos” en el metaverso, en el que también se venderá la “tierra” (el suelo virtual).
“Queremos ofrecer (a los usuarios) tierra digital accesible para que la puedan comprar y nuestro equipo de arquitectos les ayuden a diseñar un negocio” en el metaverso, agrega Blanco, también gerente de la empresa.
Eficiente y divertido
Distritos de moda, comercios y hasta atención médica son algunos de los espacios que los creadores de este sitio virtual pretenden construir, pero manteniendo el diseño basado en la fantasía.
“Lo ‘fantabuloso’ del metaverso no es replicar la realidad. Es crear un mundo inmersivo distinto donde las leyes de la física, la química y la gravedad no aplican”, apunta Blanco.
Ríos añade que el metaverso no viene a “reemplazar” las compras u otras transacciones que ya se hacen en Internet, sino a hacerlas “más eficientes, más divertidas y, lo más importante, crear una experiencia”.