Teniendo como principal argumento en que no se trata de un préstamo sino de una “sustitución de deuda para mejorar la estructura de la deuda pública”, los diputados al Congreso aprobaron el decreto que da vida a la adquisición de dicha deuda pública, la cual asciende a $500 millones de dólares.
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De hecho, el mismo ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, tuvo que recurrir la semana pasada a una cadena nacional para explicar la adquisición de esta deuda pública y asimismo volvió a pedir a los diputados que se aprobase el préstamo.
“¿Cuál es la diferencia? Que el préstamo nos cuesta 0.75 y los bonos nos cuestan entre 5.5 y 6 por ciento. Esta diferencia representa 25 millones de dólares al año de ahorro en tasa de interés y durante el tiempo de vida del préstamo podrá generar un ahorro de Q1 mil 800 millones en ahorro”, dijo en aquella oportunidad.
El convenio de préstamo es entre el Estado de Guatemala y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).
Opiniones encontradas
Como ha sido la constante en la presente legislatura, la mayoría, oficialista, no tuvo mucho problema para lograr los votos para aprobar dicho préstamo.
No obstante, varios diputados que no estuvieron de acuerdo y en consecuencia votaron en contra, emitieron su opinión.
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Tal fue el caso del diputado Álvaro Arzú Escobar, quien en sus redes sociales recriminó la autorización de la deuda pública indicando que continuaba “la danza de los millones”.
Por su parte, y en coincidentemente hablando de “danza de millones”, la legisladora Lucrecia Hernández Mack indicó que no se trataba de eso, sino de la “danza de miles de millones”.
Mientras que el diputado de CREO, Cristian Álvarez, también razonó su voto en contra y recriminó que nuevamente se haya llegado a la adquisición de dicha deuda pública.
Ampliación de subsidio
Por otro lado, el Congreso también aprobó la ampliación al subsidio para combustibles y esta vez incluyó a la gasolina super.
Para ello, el Legislativo aprobó que se otorguen Q1 mil 515 millones para su ejecución, fondos que, según las propias palabras del ministro de Finanzas Publicas, Álvaro González Ricci, saldrían de “saldos de caja”.
